Chau Playstation y Xbox: este es el futuro de los videojuegos

La industria de los videojuegos está atravesando un cambio radical que podría marcar el fin de una era dominada por las consolas tradicionales.

19 de diciembre, 2024 | 15.26

PlayStation y Xbox, las plataformas que durante años fueron las más populares entre los jugadores de todo el mundo, están perdiendo terreno frente a nuevas formas de jugar. Según Shawn Layden, exjefe de PlayStation, el futuro de los videojuegos ya no va a pasar por las consolas físicas, sino por los servicios en la nube y las plataformas universales de acceso a juegos.

Si bien las consolas como la PlayStation 5 y la Xbox Series X mantuvieron su popularidad, Layden sostiene que su relevancia está disminuyendo. 

A pesar de los avances tecnológicos, como el ray tracing y el aumento en los teraflops de procesamiento, los saltos generacionales que en el pasado definían el mercado de las consolas ya no tienen el impacto que solían tener. Hoy por hoy, los jugadores, especialmente los más jóvenes, ya no buscan estos cambios con la misma intensidad. 

Por otro lado, el comportamiento de los jugadores también cambió. Muchos se centran en unos pocos títulos populares y prefieren acceder a ellos a través de servicios de suscripción como Game Pass o PlayStation Plus. 

El acceso instantáneo y sin necesidad de comprar cada juego por separado cambió la experiencia de juego. Así, las consolas físicas, que antes eran imprescindibles para jugar, empiezan a perder atractivo.

Como lo afirmó Shawn Layden, el futuro de los videojuegos va a ser más flexible, accesible y, sobre todo, centrado en la experiencia del jugador.

Servicios en la nube y suscripción: el futuro

Lo que Layden predice es un modelo completamente distinto al actual: uno centrado en el acceso a juegos a través de plataformas en la nube. En lugar de necesitar un dispositivo físico, los jugadores van a poder disfrutar de sus títulos favoritos desde cualquier dispositivo con acceso a internet.

La nube se presenta como la gran aliada para ofrecer experiencias flexibles y accesibles, dejando atrás la dependencia de consolas que en su momento fueron el gran pilar de la industria.

Los costos de producción de los juegos AAA, esos títulos que requieren enormes inversiones, también juegan un papel crucial en esta transformación. Con presupuestos millonarios que muchas veces no se recuperan, el modelo de suscripción y acceso a catálogos de juegos se perfila como una alternativa más económica y sostenible para los desarrolladores. 

Los servicios como Xbox Game Pass y PlayStation Plus no solo ofrecen acceso a una vasta biblioteca de juegos por una tarifa mensual, sino que también permiten una experiencia mucho más accesible y menos dependiente de la adquisición de hardware específico.

¿El fin de una era?

Lo que los jugadores buscan hoy es poder jugar donde y cuando quieran, sin estar atados a una consola física. Este cambio de paradigma hace que el futuro de los videojuegos esté, indudablemente, en los servicios de streaming y en la nube. 

Además, el costo de los dispositivos y la constante necesidad de actualizarlos también hizo que muchos prefieran optar por alternativas más económicas, que solo requieran una buena conexión.

Esto significa que, en un futuro cercano, será posible jugar a los títulos más demandados sin necesidad de contar con una PlayStation, una Xbox o un PC potente.

Si bien las consolas van a seguir existiendo durante algún tiempo, Layden está convencido de que la nube va a ser la gran protagonista de los próximos años. Los avances en tecnología de servidores y la mejora en las conexiones de internet abrieron un abanico de posibilidades para disfrutar de los videojuegos de manera más flexible y accesible. 

Aunque todavía es temprano para decir que las consolas están muertas, lo cierto es que la industria del videojuego está atravesando un proceso de reinvención. Las consolas físicas, que dominaron el mercado durante décadas, podrían quedar atrás a medida que los servicios en la nube y los modelos de suscripción ganan fuerza.