Netflix pegó uno de los golpes corporativos más grandes de la década: anunció la compra de Warner Bros por 82.700 millones de dólares, un movimiento que no solo le da el control total del conglomerado liderado por David Zaslav, sino que también pone bajo su paraguas a Warner Bros Games, uno de los catálogos más potentes del gaming global. Si la operación avanza, la plataforma de streaming pasará de ser un actor tímido en videojuegos mobile a transformarse en un verdadero titán del sector.
La adquisición, que podría cerrarse en un plazo de 12 a 18 meses —y que seguramente será analizada por la Comisión Federal de Comercio de EE. UU. por posibles riesgos de competencia— coloca a Netflix frente a la oportunidad de expandir su ecosistema hacia PC y consolas. Después de años sin lograr despegar con su estrategia de juegos gratuitos, la empresa ahora tendría acceso a estudios de renombre mundial y a franquicias históricas.
Aunque Warner Bros Games arrastra un ciclo complicado —el fracaso de Suicide Squad: Kill the Justice League generó pérdidas por 200 millones de dólares y motivó fuertes recortes internos— el valor del talento y de las propiedades bajo su control sigue siendo enorme. Solo este año, la compañía canceló el juego de Wonder Woman y cerró estudios como Monolith Productions, Warner Bros San Diego y Player First Games, una señal del momento complejo que atraviesa la división.
Qué estudios y franquicias pasan a manos de Netflix
Pese a ese contexto, Netflix incorpora algunos de los nombres más prestigiosos del gaming:
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Avalanche Software, responsables de Hogwarts Legacy, uno de los fenómenos globales más grandes de 2023.
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Rocksteady Studios, creadores de la trilogía Batman: Arkham, considerada una de las mejores adaptaciones de superhéroes en videojuegos.
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TT Group / Traveller’s Tales, conocidos por la exitosa saga de juegos LEGO, que abarca franquicias como Star Wars, Batman, Indiana Jones, Marvel, Harry Potter y El Señor de los Anillos.
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NetherRealm Studios, responsables de Mortal Kombat y de Injustice, dos de las series de peleas más influyentes de las últimas décadas.
A esto se suma que Warner Bros Games actúa como publisher para numerosos desarrollos de terceros, además de conservar activos históricos provenientes de Midway, incluida la marca Atari. Todo este paquete ahora podría potenciar la estrategia de Netflix, que pasa a jugar en las grandes ligas del gaming con una combinación de propiedad intelectual, desarrollo interno y presencia multiplataforma.
