El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, encabezó una manifestación y lanzó un fuerte discurso en medio de las dudas por un posible autogolpe. Jair Bolsonaro lanzó una serie de acusaciones contra el Supremo Tribunal Federal. También, ante su público, lanzó: "Quiero decir a aquellos que me quieren volver inelegible en Brasilia: solo Dios me saca de allá” y puso en duda las elecciones.
"Debemos determinar que todos los presos políticos sean puestos en libertad. Alexandre de Moraes, este presidente no cumplirá más (sus decisiones). La paciencia de nuestro pueblo se agotó", dijo Bolsonaro ante 145.000 seguidores reunidos en la Avenida Paulista de la ciudad de San Pablo, de acuerdo a los cálculos de la policía.
Por otro lado, durante su discurso ante miles de personas en Brasilia, Bolsonaro amenazó al Tribunal Supremo Superior que abrió una investigación contra el mandatario por difusión de noticias falsas. Allí lanzó: "O el jefe de ese poder encuadra a los suyos o ese poder puede sufrir aquello que nosotros no queremos”, afirmó el mandatario y se notó como amenaza debido a los rumores de autogolpe de estado que comenzaron a circular.
En medio del discurso agregó que él quiere "elecciones limpias, democráticas, con conteo público de los votos. No puedo participar en una farsa como la que defiende el Tribunal Superior Electoral”. El mismo Bolsonaro había llamado a la movilización que por algunos sectores fue tomada como una demostración de músculo para mostrar que tipo de personas lo acompañan.
Por otro lado, en el mismo discurso lanzó: “No queremos pelear con ningún poder, pero no podemos admitir que una persona turbe nuestra democracia y ponga en riesgo nuestra libertad”. En este sentido, el diario Folha de Sao Paulo mostró su preocupación por las palabras dichas por Bolsonaro y tituló: "Bolsonaro amenaza al STF con un golpe de Estado, insta a la desobediencia a la justicia y dice que solo deja muerto la presidencia".
Los actos se llevaron adelante en varias ciudades, pero los principales puntos de reunión a favor de Bolsonaro estuvieron en Brasilia, la capital del país y Sao Paulo. Justamente en esta ciudad es donde hubo mayor cantidad de personas y, finalmente, donde se cerró la manifestación con varias demostraciones de poder. Entre los manifestantes se pudieron divisar armas y consignas de tono golpista.