Si alguna vez llevaste a tu perro al veterinario y notaste que se ponía nervioso, es probable que no sea solo por el entorno. Un estudio reciente de la Universidad de la Reina de Belfast, en el Reino Unido, reveló que los perros pueden reconocer el estrés de sus dueños y, literalmente, contagiarse de esa ansiedad.
Te contamos todos los detalles sobre este hallazgo y cómo podés ayudar a tu mascota en la próxima visita al veterinario.
El vínculo entre tu estrés y el de tu perro
Los perros son animales muy perceptivos. Recordemos que evolucionaron junto a los humanos durante miles de años, lo que les permite captar nuestras emociones con facilidad.
Este estudio, publicado en la revista Applied Animal Behaviour Science, demostró que los cambios en la frecuencia cardíaca de los dueños pueden predecir los cambios en la frecuencia cardíaca de sus perros.
En otras palabras, si vos estás estresado, es muy probable que tu perro también lo esté. Esto se debe a un fenómeno conocido como "contagio emocional", donde los animales (y las personas) imitan las emociones de quienes los rodean, ya sea de forma consciente o inconsciente.
¿Cómo se hizo el estudio sobre el estrés en los perros?
El experimento involucró a 28 dueños y sus perros. Ambos llevaban monitores de frecuencia cardíaca para medir sus niveles de estrés durante la visita al veterinario. Los dueños fueron expuestos a dos tipos de intervenciones: una que los estresaba (como resolver problemas matemáticos o hablar en público) y otra que los relajaba (mediante un video de meditación guiada).
Los resultados fueron claros: cuando los dueños se estresaban, la frecuencia cardíaca de sus perros también aumentaba. Y cuando los dueños se relajaban, los perros mostraban una disminución en su ritmo cardíaco.
¿Qué significa esto para vos y tu perro?
Este estudio tiene implicancias importantes, especialmente si sos de los que se pone nervioso al llevar a tu mascota al veterinario. Los investigadores sugieren que los veterinarios deberían darles tiempo a los perros para que se acostumbren al entorno de la clínica antes de examinarlos. Esto no solo reduce el estrés del animal, sino que también mejora la precisión de los exámenes, ya que factores como la frecuencia cardíaca y respiratoria pueden alterarse por la ansiedad.
Además, los expertos recomiendan un enfoque holístico en la atención veterinaria. Esto significa que no solo se debe tener en cuenta al animal, sino también a su dueño y al ambiente que los rodea.
Consejos para reducir el estrés en la visita al veterinario
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Mantené la calma: Tu perro capta tus emociones, así que intentá relajarte antes y durante la visita. Respirar profundo puede ayudar.
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Llegá con tiempo: Permití que tu perro se acostumbre al entorno de la clínica antes del examen.
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Evitá regañarlo: Si tu perro se pone nervioso, no lo retes. Esto solo aumenta su ansiedad.
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Usá refuerzos positivos: Llevá sus golosinas favoritas para premiarlo y distraerlo durante la consulta.
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Hablá con el veterinario: Si sabés que tu perro se estresa fácilmente, comentale al profesional para que pueda adaptar el abordaje.
Tomar medidas para reducir la ansiedad en situaciones como las visitas al veterinario no solo beneficia a tu perro, sino que también puede hacer que la experiencia sea más llevadera para vos.