La hepatitis C es la causa viral principal causa de evolución a la cirrosis y al hepato carcinoma, sin embargo, una serie de descubrimientos médicos en los últimos tiempos permiten su tratamiento y cura. Qué es, cómo se contagia, sus síntomas y cómo prevenirla.
¿Qué es la Hepatitis C?
La hepatitis C es una enfermedad causada por el virus del mismo nombre (conocido como VHC), que se transmite por la sangre y afecta al hígado. Sus efectos pueden generar una hepatitis aguda o, incluso, crónica, produciendo daños severos.
Se calcula que en el mundo hay 71 millones de personas que padecen una infección crónica y más de 400 mil mueren cada año como consecuencia de la enfermedad. La mortalidad afecta aún más a las zonas donde no se desarrollan diagnósticos y tratamiento, como en países de Asia central y oriental, Egipto, China y Pakistan.
¿Cuáles son los sintomas de la hepatitis C?
Los efectos de la hepatitis C en el cuerpo pueden ir desde una problema moderado, que dura algunas semanas, hasta convertirse en una afección grave de por vida.Las personas infectadas pueden no mostrar ningún síntoma durante varios años pese a que ya se encuentren infectadas.
En los casos agudos se puede presentar fiebre, fatiga, falta de apetito creciente, náuseas, vómitos, dolor abodominal y de articulaciones, problemas urinarios e icteria.
¿Cómo se contagia la Hepatitis C?
Debido a que el virus se transmite por la sangre, las vías de contagio están vinculadas a prácticas como inyecciones no seguras o reutilización de las mismas, mala esterilización del instrumental médico y transfusiones de sangre y plasma no controladas.
Otras vías de contagio son las relacioens sexuales sin protección, el uso compartido de elementos que puedan tener contacto con la sangre (como cepillos de dientes o máquinas de afeitar) y de madre a hijo durante el embarazo.
Tratamiento para la hepatitis C
El desarrollo de nuevos medicamentos a mejorado de manera importante el tratamiento de la hepatitis C. Hoy en día, la enfermedad se trata a través de antivirales de acción directa (AAD).
Se trata de un tratamiento por vía oral que tiene pocos efectos secundarios y tiene una duración de entre 2 y 6 meses. Los AAD tienen un nivel de eficacia muy alto, que en sus diferentes combinaciones ronda el 95% de pacientes curados.
Como medida de prevención se recomienda que todos los mayores de 45 años se realicen al menos una vez el test para comprobar si están infectados, debido a que por su edad es probable que hayan estado expuestos a prácticas médicas menos seguras que las actuales. La prueba consiste en un análisis de sangre sencillo.