Bien temprano, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, sufrió un accidente del que hablaron todos: se le cayó encima suyo un cuadro que tenía colgado el café tradicional Tortoni. Pero no terminó ahí. Minutos después tuvo otro percance al dialogar con la prensa: se le fue de la mano su teléfono celular y descolocó a todos los cronistas, que se agolpaban para hablar con él.
En un bar de Haedo, los candidatos de Cambiemos por la provincia de Buenos Aires dieron una conferencia de prensa y allí se encontraba junto con la gobernadora María Eugenia Vidal su ex esposo, el intendente de Morón.
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"Me gustaría que hable de su ex mujer: ¿qué piensa de ella como mujer de la política?", le preguntaron a Ramiro Tagliaferro, y que generó que todos los que estaban en el lugar estallaran de risa. Enseguida, Vidal y la precandidata a senadora Gladys González cruzaron miradas cómplices.
"¿No podíamos empezar el día un poquito mas fácil?", contentó con humor el jefe comunal y luego añadió: "No te voy a decir todo lo que pienso de la gobernadora porque voy a romper la veda si digo eso". Tagliaferro y Vidal se separaron en marzo de 2016.
¿Y Carrió?
"¡No pude votar a quien quiero!", gritó indignada una señora tras salir del cuarto oscuro. "¡Faltan boletas!", aseguraba en la mesa 600 de la Roberto J Payró, en Berazategui, provincia de Buenos Aires.
La fiscal general de la escuela la llevó a un costado y le preguntó qué ocurría. La mujer le contó que entró al aula y buscó la cara de Elisa Carrió, quien es candidata a diputada por la Ciudad de Buenos Aires y no por la provincia de Buenos Aires.
"Yo la busco a Lilita y Lilita no está. ¿Dónde está Lilita?, insistía la mujer, que debió abandonar la escuela sin poder darle su voto a la líder de la Coalición Cívica. La confusión de la mujer no fue "loca". Y es que ante la baja performance de los candidatos bonaerenses que presenta Cambiemos, el oficialismo decidió llevar al terreno bonaerense a Carrió, quien hizo varias recorridas, así como la gobernadora Vidal, que lideró los actos.
Por su parte, al hablar con la prensa Sergio Massa reveló que su cabala es almorzar con su madre siempre el mismo plato: lasagna. Eufórico, contó en varias ocasiones que iría a comer esa pasta en breve.
El presidente Mauricio Macri, en tanto, llevó sus clásicas facturas a la mesa de votación, y al salir del cuarto oscuro habló con los cronistas: quiero mostrarles un dibujo, dijo, y alzó rápidamente el brazo con una imagen que le había regalado "Olivia". Cerró su charla deseándole a los argentinos para este domingo electoral que "coman unos buenos ravioles, que voten y que esperen los resultados tranquilos a la noche".
Gino Randazzo -el hijo de Florencio Randazzo- fue el presidente de mesa en una escuela de Gonnet, donde votó el precandidato a senador de Cumplir.