Por el cambio en la fórmula jubilatoria y la inflación descontrolada, cada vez más jubilados y pensionados deben endeudarse para pagar las cuentas. Esto es complementado entre los créditos Argenta y con entidades bancarias, lo que puede generar una bola de nieve de préstamos y tornarse impagable, lo que le fue advertido a las autoridades de ANSES.
Entre enero y julio se entregaron créditos Argenta a más de un millón de personas y por $ 20.043 millones. De acuerdo al último informe de ente de seguridad social esto implicó un salto del 71,5% en cantidades respecto al año anterior.
En la reunión del Consejo del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, uno de los representantes de los trabajadores le resaltó este problema a los funcionarios, según el acta del 30 de agosto. En representación de la CTA Autónoma, Rubén Garrido manifestó que “sin prejuicio que el FGS debe buscar su rentabilidad, no debe vanagloriarse de la cantidad de préstamos otorgados, pues considera que los tomadores de esos préstamos se están endeudando para cubrir el deterioro que han sufrido en las jubilaciones y pensiones, por lo que no corresponde alentar este tipo de préstamos de consumo, que finalmente son destinados a pagar los servicios públicos esenciales, médicos y otros”.
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El director de Argenta, Miguel White, había revelado que desde el relanzamiento del programa Argenta, 1.200.000 beneficiarios de la asignación universal por hijo tomaron el préstamo, lo que representa un 60% del total de los beneficiarios. Estos, junto con los créditos a pensionados, son los casos que más elevan el riesgo sistémico de morosidad, ante lo cual ANSES se anticipó y creó un protocolo para rematar los bienes de los endeudados cuando no puedan pagar las cuotas, como mostró El Destape.
White es ahora también titular del Fondo de Garantía de Sustentabilidad cuando se ausenta el secretario general de ANSES, Alejo Maxit. Este esquema se decidió el 17 de septiembre, tras la negativa de dos candidatos a ocupar el cargo que dejó vacante Juan Martín Monge Varela el 30 de julio. Este funcionario de tercera línea estrenó el cargo en septiembre, cuando Maxit eligió tomarse unos días de vacaciones, pese a la crisis económica que afectó al fondo de los jubilados, de acuerdo a lo que le comentaron a este medio fuentes internas.
Monge Varela, Pablo Pereyra Iraola y Andrés Rodríguez Lubary, los directores que lo secundaban en el FGS, renunciaron el último día en que venció el programa de retiros voluntarios del Gobierno nacional. Desde ese momento realizan sus trabajos en un modo más relajado, al haberse reincorporado como asesores para el organismo como, esta vez ad-honorem.
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