El futuro de los combustibles fósiles dominaba hoy la segunda y decisiva etapa de negociaciones de la Conferencia de las Partes sobre el cambio climático (COP28) en Dubai, un encuentro que, en palabras del presidente de la cita, el emiratí Sultan al Jaber, puede ser el “que cambie las reglas del juego”.
A media jornada fue publicado un nuevo borrador, de 27 páginas, con más opciones sobre qué hacer con el petróleo, el gas y el carbón, combustibles de origen fósil y principales responsables de la emisión de gases de efecto invernadero.
“Abandonar” o “reducir” el uso de esas fuentes de energía es la disyuntiva básica de la declaración final, que los ministros deberían cerrar el próximo martes.
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En la mesa hay una tercera opción, mucho más controvertida, que es la de no mencionar en absoluto esos combustibles.
“Este último borrador muestra que nunca hemos estado más cerca de un abandono de los combustibles fósiles. Pero cómo será esa transición será una áspera batalla en los próximos días”, explicó Romain Ioulalen, de Oil Change International, según la agencia de noticias AFP.
“Les ruego que terminen la tarea”, pidió el presidente de la COP28 al abrir este viernes una nueva reunión plenaria del encuentro auspiciado por la ONU, donde las decisiones deben tomarse por consenso.
Jaber distribuyó la tarea de aquí al martes en cuatro grupos de trabajo, copresididos por dos ministros de países, que deberán recibir las sugerencias de los participantes.
Uno de ellos, el grupo sobre adaptación al cambio climático, es copresidido por Chile y Australia, y es una ilustración de las dificultades de la tarea.
A causa de las profundas divergencias a nivel técnico, en el borrador no están reflejados los objetivos que la comunidad internacional había fijado hace dos años en el tema de la adaptación.
“Lo que ocurrió fue que no hubo ninguna discusión sustantiva, o sea, nunca se lograron sentar a ver el texto, a discutir qué parte les gustaba, qué no les gustaba, qué se puede mejorar”, declaró la ministra de Ambiente chilena, Maisa Rojas.
El jefe de la agencia de la ONU sobre cambio climático, Simon Stiell, llamó esta semana a los países participantes a dejar de "fingir exageradamente" y lograr un acuerdo ambicioso para frenar el calentamiento global.
La Unión Europea (UE) -el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero, por detrás de Estados Unidos y China- se pronunció a favor de que la COP28 sea "el principio del fin" del uso de las energías fósiles.
"Debemos deshacernos de las energías fósiles", expresó el comisario europeo de Acción Climática, Wopke Hoekstra, al arribar el miércoles a Dubai.
La COP28, bajo la presidencia de los Emiratos Árabes Unidos, séptimo productor mundial de crudo, se cierra oficialmente el 12 de diciembre.
Su principal objetivo es elevar la ambición colectiva para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, con nuevos plazos, compromisos (NDR) más estrictos, y cifras lo más concretas posibles de financiación.
Una posibilidad de acuerdo en la declaración de la COP28 podría vincular la suerte de los combustibles fósiles al aumento de la producción de energías renovables, lo que triplicaría la capacidad instalada de estas fuentes de energía de aquí a 2030, y duplicaría la eficiencia energética.
“Tenemos que ser justos. Tenemos que ser equitativos. Tenemos que ser ordenados y responsables en la transición energética”, declaró Jaber.
Las organizaciones ecologistas y los gobiernos más comprometidos con el combate contra el calentamiento del planeta insisten en que hay que "abandonar" lo antes posible todos los combustibles fósiles como fuentes energéticas.
Los países productores de petróleo, encabezados por Arabia Saudita, se muestran opuestos a una formulación demasiado estricta, dado que consideran que esas fuentes aún tienen un rol que jugar, así que proponen una "reducción".
La Alianza de Pequeños Estados Insulares, que incluye a países muy vulnerables al cambio climático, pidieron de nuevo en un comunicado que "los grandes emisores aumenten sus compromisos".
La COP28 se inició con buenos auspicios el 30 de noviembre, cuando todo el mundo acordó poner en marcha un fondo de daños y pérdidas en favor de los países más afectados por el cambio climático, acordado en la COP27.
La puesta en marcha de ese fondo fue negociada en apenas un año, y podría arrancar en 2024 con unos 700 millones de dólares iniciales.
Según los climatólogos, cuanto antes abandone el mundo los combustibles fósiles, más posibilidades hay de intentar limitar el aumento de la temperatura del planeta en un máximo de 1,5 °C respecto a la media preindustrial, un umbral clave establecido en el acuerdo climático de París de 2015.
Con información de Télam