Los precios anuales de las fábricas chinas crecieron en septiembre a su ritmo más rápido desde que hay registros, impulsados por las restricciones energéticas y la subida de los precios de las materias primas, lo que ha aumentado la presión sobre las empresas, que ya se enfrentan a cuellos de botella en los suministros.
El índice de precios industriales (IPRI) subió en septiembre un 10,7% respecto al año anterior, según informó el jueves la Oficina Nacional de Estadísticas china, lo que supone la mayor subida desde que se empezaron a recopilar los datos en 1996.
Los economistas que participaron en una encuesta de Reuters esperaban que el IPRI subiera un 10,5%, tras el aumento del 9,5% registrado en agosto.
La creciente escasez de energía en China, causada por la transición del país a las energías limpias, el auge de la demanda industrial y los elevados precios de las materias primas, ha paralizado la producción de numerosas fábricas, entre ellas muchas que suministran a grandes marcas mundiales como Apple.
La escasez de energía ha afectado a la producción de las industrias del cemento, el acero y el aluminio, mientras que las empresas de energía han tenido problemas para satisfacer la demanda tras la pandemia.
En este contexto, los futuros chinos de la energía subieron el lunes a máximos de varios años y los productos petroquímicos a su máximo histórico, impulsados también por la subida del precio del petróleo.
Los precios del carbón térmico en la Bolsa de Materias Primas de Zhengzhou ganaron un 60% el mes pasado, y subieron un 8% a 1.408,20 yuanes (218,77 dólares) por tonelada en un escenario de escasez de carbón.
Pekín ha tomado una serie de medidas para frenar los precios récord del carbón y aliviar la escasez de energía en el país, como instar a las mineras de carbón a aumentar la producción y gestionar la demanda de electricidad en las plantas industriales.
A pesar de ello, los precios del carbón han seguido siendo elevados, en parte debido al cierre de decenas de minas de carbón a causa de las inundaciones que afectaron a Shanxi, la principal provincia productora de carbón de China.
Los datos del instituto estadístico también mostraron que el índice de precios al consumo (IPC) de China subió un 0,7% interanual en septiembre, una cifra menor que el aumento del 0,9% previsto en la encuesta de Reuters y que la subida del 0,8% de agosto.
Los precios de la carne de cerdo, un componente clave del IPC chino, cayeron un 46,9% interanual.
Pekín está comprando carne de cerdo para sostener los precios de la carne básica del país después de que se desplomaran a principios de año, lo que supuso grandes pérdidas para los ganaderos.
La inflación subyacente, que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía, se situó en el 1,2% en septiembre, después de haberse mantenido estable en agosto.
Con información de Reuters