El exprimer ministro de Israel Benjamin Netanyahu cedió al partido de extrema derecha Sionismo Religioso competencias sobre Cisjordania que hasta ahora tiene el Ejército, en su búsqueda de un acuerdo para formar un nuevo gobierno, reveló hoy la prensa local.
El líder de Sionismo Religioso, Bezalel Smotrich, designado ministro de Defensa por Netanyahu para el próximo gobierno, podrá decidir sobre la ampliación y construcción de asentamientos judíos en Cisjordania, así como imponer restricciones a los palestinos que viven en la región, según el diario The Times of Israel.
Además Smotrich podrá nombrar al Coordinador de Actividades del Gobierno en los Territorios (CAGT) y al director de la Administración Civil, responsable de la política civil israelí en Cisjordania, aunque estos nombramientos serán siempre en coordinación y de acuerdo con el primer ministro.
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El CAGT concede los permisos de entrada a Israel a los palestinos, gestiona el comercio que entra en Gaza y Cisjordania, y coordina decisiones con la Autoridad Palestina en numerosos ámbitos.
La Administración Civil depende del CAGT y tiene la última palabra sobre la planificación y la construcción en el Área C de Cisjordania, el 60% de este territorio y donde vive la totalidad de los 491.000 colonos judíos instalados en territorio palestino.
Asimismo, persigue las construcciones ilegales tanto palestinas como judías.
Hasta ahora esos cargos dependen del jefe del Estado Mayor del Ejército israelí. Netanyahu vendió el Ejército a los hardalim, afirmó el primer ministro saliente y líder opositor Yair Lapid en Twitter. Los hardalim son los israelíes ultraconservadores y ultrarreligiosos.
Netanyahu y sus aliados religiosos y de extrema derecha lograron la mayoría absoluta en las elecciones legislativas del 1 de noviembre pasado, en las que obtuvieron 64 bancas de las 120 del Knesset (Parlamento).
Ya designado como premier, Netanyahu tiene el camino abierto para volver por sexta vez al cargo casi dos años después de su derrota electoral y con causas de corrupción abiertas, y tiene plazo hasta el domingo próximo para armar la nueva coalición gobernante.
En los últimos días trascendieron otras concesiones que Netanyahu hizo a sus aliados, entre ellas la designación de un dirigente del partido homófobo Noam al frente de un departamento con competencias sobre el derecho a la ciudadanía y proyectos de escolarización.
Por ese motivo, Netanyahu se sintió forzado a aclarar ayer que no tiene ni la más mínima intención de permitir que sufran daño las personas de la comunidad LGBTQ+.
Con información de Télam