Como si la pandemia por COVID-19 no fuera suficiente, el calentamiento global sigue golpeando duramente a todo el planeta. Ahora, por segunda vez en la historia, se detectaron cinco ciclones tropicales simultáneamente activos en el océano Atlántico. La última vez que ocurrió fue en 1971, con el mismo número de tormentas.
Según informó el Centro Nacional de Huracán de los Estados Unidos (NHC) son el huracán Paulette, el huracán Sally, las tormentas tropicales Teddy y Vicky y la depresión tropical René (que ya se debilitó). El primero pasó por las Bermudas y el segundo llegó a Alabama (EE.UU.) como categoría 2.
De todas formas, las marejadas producidas por Paulette seguirán afectando las Islas de Sotavento, las Antillas Mayores, las Bahamas y Estados Unidos. "Podrían causar olas que amenazan la vida u condiciones de corrientes de resaca", explicaron desde el NHC. Se espera que siga fortaleciéndose a medida que avance hacia el Atlántico abierto y podría crecer con vientos de al menos 178 km/h.
Por otro lado, la depresión tropical René, que fue tormenta tropical el pasado fin de semana, continuará debilitándose y se espera que no afecte a ningún territorio y hasta que se disipe en los próximos días. Pero, más allá de la información sobre cada uno de ellos, ¿por qué es insólito que se dé este tipo de sucesos?
"Hay que tener en claro que no hay una sola respuesta a este fenómeno. Lo que vemos aquí es la suma de muchos factores que coinciden para producir estas tormentas al mismo tiempo", contó el meteorólogo de British Weather Services a la BBC, Jim Dale. Más allá de esto informaron que no sólo se debe al calentamiento global.
"Las zonas de baja presión en aguas cálidas, la dirección de los vientos, el calentamiento del agua, la absorción de vientos cálidos y fríos que les dan más velocidad", enumeró entre otros. La influencia de 'La Niña', la corriente en el Pacífico, el aumento de temperaturas, los incendios forestales y la sequía también se suman a los anteriormente nombrados.