El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, aseguró que Brasil está "quebrado" y que no puede hacer nada para salir de la crisis generada por la pandemia de coronavirus, luego de recibir críticas por terminar con las ayudas especiales entregadas a 68 millones de personas y el aumento de las estadísticas de miseria.
"Brasil está quebrado, no puedo hacer nada", afirmó Bolsonaro en una conversación con militantes de la ultraderecha y activistas evangélicos en la puerta del Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial. el mandatario señaló que tenía como objetivo de 2020 cambiar las categorías del impuesto a las ganancias y culpó a la pandemia de impedírselo, al tiempo que también apuntó contra la prensa.
"Yo quería cambiar las categorías del impuesto a las ganancias, vino el virus, potencializado por estos medios de comunicación que tenemos. Esta prensa sin carácter. Es un trabajo incesante de intentar desgastar para sacarnos de aquí y atender intereses que no pueden revelar", cuestionó el jefe de Estado.
La declaración de Bolsonaro resonó fuerte ya que se da tras la decisión del gobierno brasileño de no renovar los subsidios dados a las empresas para hacerse cargo de parte de los salarios a cambio de mantener empleos y el auxilio de emergencia de 120 dólares mensuales que había aprobado el Congreso, que en el tercer trimestre del año redujo a niveles de 1980 los índices de pobreza.
El cese de las ayudas de emergencia y la crisis económica llevó el desempleo en el país hasta los 14,3 puntos a fines de 2020. Asimismo, el Ministerio de la Ciudadanía dio a conocer cifras mucho más altas de familias en situación de miseria.
En octubre de 2020, 39,9 millones de personas se encontraban en la miseria en Brasil. una línea que se traza teniendo en cuenta a quienes viven con hasta 89 reales mensuales (16 dólares) por integrante de la familia. Desde que Bolsonaro asumió, 1,3 millones de familias cayeron en la miseria, según datos del Ministerio de la Ciudadanía.
Las declaraciones de Bolsonaro se producen también en medio de la apuesta política del Presidente para que el "Centrao", grupos de partidos tradicionales de la derecha, gane la elección para presidir la Cámara de Diputados con Arthur Lira, del Partido Progresista (PP). En frente está Baleia Rossi, del Movimiento de la Democracia Brasileña, un aliado del expresidente Michel Temer que agrupó a toda la oposición a Bolsonaro, incluido al Partido de los Trabajadores y otras fuerzas de izquierda como el laborismo de Ciro Gomes.
El PT apareció dividido en la toma de posición y aclaró que no será aliado de la agenda económica de la derecha aunque si vence, podrá tener peso en las decisiones del Legislativo apoyando a Rossi.