Una reunión de gabinete televisada desató una crisis en el gobierno de Gustavo Petro. En el último tramo de la gestión presidencial, el mandatario colombiano le pidió poner a disposición la renuncia a sus ministros y una serie de ellos, efectivamente, dejaron el Gobierno. Incluso, se fueron algunos funcionarios muy cercanos al presidente y con carteras de alta relevancia en Colombia como Defensa o Trabajo. El jefe del Ejecutivo buscó bajar el tono al sostener que dejaron sus cargos porque tienen ambiciones electorales para el 2026, pero lo cierto es que el debate público dejó expuesto el malestar de parte de su gabinete con su líder por nuevas nominaciones y el camino que toma su administración.
“Está todo listo, no hay de qué preocuparse, no va a ser tampoco un gran cambio de ministerios, muchos van a permanecer”, aseguró Petro desde Emiratos Árabes Unidos, viaje en el cual busca atraer inversiones para el país, pero que cuestionaron desde la oposición por ausentarse en este momento. El mandatario colombiano le sacó peso a las renuncias ministeriales, al afirmar que el trasfondo tiene que ver con correr de la administración a quienes tengan aspiraciones presidenciales para el 2026. “Queremos separar las aguas”, aseguró al intentar brindar tranquilidad a medida que se conocían las renuncias.
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La reunión televisada
El pedido de Petro para que sus funcionarios pongan a disposición la renuncia, se dio luego de que se televisara una reunión de Gabinete el pasado 4 de febrero. Con esa decisión, el mandatario buscaba transparentar los debates con sus ministros, pero lo que consiguió fue que varios de ellos, incluida su vicepresidenta, Francia Márquez, expresaran su descontento con el mandatario por el nombramiento de nuevos funcionarios y por considerar que se alejaba del sector más progresista. Desde la oposición, incluso, denuncian que no es legal dar a conocer de forma televisada una reunión en la que se discuten los temas del país.
Esos malestares que quedaron registrados y que la sociedad pudo ver y escuchar, generaron que finalmente los ministros de Defensa, Iván Velazquez, el único que se había mantenido desde que Petro asumió, más los titulares de las carteras de Ambiente, Susana Muhamad, de Trabajo, Gloria Ramírez, y de Cultura, Juan David Correa, entre otros, renunciaran. Es válido recordar que no es la primera renuncia masiva que atraviesa Petro, pero la diferencia que en el primer caso, en febrero de 2023, se trataba de funcionarios con quienes había formado alianza del Partido Liberal, Conservador o Verde, pero con quienes mantenía diferencias ideológicas, en este caso, eran funcionarios cercanos al mandatario.
Los motivos principales por los cuales los ministros expusieron sus diferencias con Petro, tuvo que ver con las nominaciones del jefe de Despacho, prácticamente su mano derecha, Armando Benedetti, y de la canciller, Laura Sarabia. Los funcionarios sostienen que tienen dificultades para comunicarse con el Presidente, si no es a través de ellos. Además de las diferencias que tienen por las causas que pesan en el caso del primero, y por considerar la inexperiencia en el caso de ministra de Relaciones Exteriores.
“Respeto a Benedetti, pero no comparto, presidente, su decisión. La respeto, porque usted es el jefe de Estado, pero no comparto su decisión de traer a este Gobierno, a estas personas, que sabemos tienen gran parte de responsabilidad con lo que aquí está pasando”, afirmó Márquez, en la reunión de gabinete televisada y agregó: “Le digo a usted de frente las cosas que no me parecen y las cosas que comparto en este Gobierno y no me parecen las actitudes de Laura Sarabia con nosotros y conmigo, que me ha tocado decirle que me respete, que soy la Vicepresidente”.
Benedetti es un ex senador que ha pasado por distintos espectros políticos, desde apoyar a Álvaro Uribe a Juan Manuel Santos al petrismo, pero que además enfrenta causas por corrupción y por haber golpeado a su esposa. Uno de los momentos más complejos, fue hace dos años cuando se publicaron unos audios donde el funcionario afirmaba que si él contaba lo que sabía, caía el gobierno de Petro en lo que generó dudas del financiamiento que consiguió en plena campaña electoral. Durante el gobierno, se lo mantuvo afuera del país como Embajador en Venezuela primero y después en la FAO, pero ahora como jefe de Despacho está muy cerca del Presidente.
En el caso de Sarabia, que el propio Benedetti le presentó a Petro, fue nominada canciller tras haber ocupado antes también el cargo de jefe de Despacho cuando apenas tenía 30 años y sin tener experiencia en ese aspecto. Esto llevó también a varios cuestionamientos por parte de los más cercanos del mandatario, de no entender por qué debían pasar a través de una figura que desconocían para llegar al mandatario. Estas diferencias quedaron expuestas en la reunión televisada.
Otra de las cuestiones que resonó mucho de la reunión fueron las palabras del propio mandatario, que explicó que se habían prometido más de 190 objetivos de gobierno y que habían incumplido más de 140. Petro llegó a la presidencia con el slogan de cambio y de avanzar en reformas sociales profundas en materia de salud y educación, entre otros, que tras el primer distanciamiento con espacios políticos que lejos compartían los mismos criterios, sin mayoría en Congreso, parecieran haberse alejado.
Otro de los temas que salieron en la reunión, es el caso conocido como el Papá Pitufo, un reconocido contrabandista, que habría aportado 115 mil dólares a la campaña petrista y que según informaron desde el Gobierno, devolvieron. Este caso cobró relevancia mediática en estos días, y se enmarca también en la supuesta vinculación con quien ahora ocupa el cargo de Jefe de Despacho. De hecho, en las últimas horas salió a negar que tuviera algún vínculo, como también lo hizo a través de las redes sociales el propio Petro.
Crisis
“Lo que está viviendo hoy el Gobierno es una crisis mucho más profunda, es la crisis más grave que ha vivido este Gobierno. Petro decidió hacer público su consejo de ministros, él la hizo pública como una forma de transparencia pero resultó muy mal, porque los ministros lo que hicieron fue una crítica muy fuerte a Petro. Lo que resultó particular acá, es que las críticas venían del sector más petrista, incluso personas que lo han acompañado por años o décadas”, afirmó a El Destape, el periodista colombiano, doctor en Ciencias Sociales y profesor universitario de Historia y Política, David Santos.
El especialista recordó que el argumento del Presidente es que algunos de los funcionarios tienen aspiraciones electorales, y que, más allá de que efectivamente algunos se conviertan en candidatos, las críticas se basan principalmente en las designaciones de Benedetti y Sarabia. “Petro dice que no es una crisis política, en los últimos días han salido 4 o 5 ministros, pero además mucha de la gente que se ha quedado ha empezado a sacar denuncias contra Benedetti, imagina un ministro acusando a otro ministro de corrupto dentro del mismo Gobierno, dando entrevistas. No solo es una crisis política, sino que es una crisis enorme. A Petro le queda un año y un poco y esto termina por ser casi que una bomba atómica para el final del Gobierno”.
Promesas y gestión
“Hay tres asuntos que Petro considera logros importantes, la reducción de la pobreza, él insiste con que unos dos millones de personas han salido de la pobreza, lo que es un logro muy importante. La estabilidad económica, el discurso conservador más fuerte decían que iba a generar una crisis económica y eso no ha pasado, la moneda ha estado estable incluso se ha revaluado por momentos, y Petro lo muestra como una responsabilidad fiscal. Otro de los temas, aunque no se ha avanzado tanto, es la compra de tierra por parte del Gobierno y la distribución de estas tierras para gente pobre que lo necesita”, explica Santos, sobre lo que el Gobierno destaca de su gestión.
En cuanto a las promesas de transformación legislativa, pensiones, salud, educación, el especialista afirma que “han estado quietas y cada vez cuenta con menos apoyo de los otros partidos políticos” como para avanzar en materia legislativa. Otra de las grandes promesas de campaña fue pacificar el país, cuando el ministro de Defensa dejó el cargo se conoció también que ejecutaron solo 8 de los 23 objetivos que tenían en materia de seguridad, en un país atravesado por la violencia.
“Habrá algunos cambios en el gabinete para lograr mayor cumplimiento en el programa ordenado por el pueblo. El Gobierno se concentrará completamente en el cumplimiento del programa”, aseguró el mandatario en estos días y en medio de las renuncias de los ministros. Queda ver si en este último tramo de año y medio podrá avanzar en parte de las medidas que no pudo llevar adelante durante la administración, en medio de una fuerte oposición, caída en la popularidad, críticas de su entorno y rodeado de funcionarios fuertemente cuestionados.