El Gobierno intervino por tercera jornada consecutiva en el mercado oficial de cambios para evitar una suba de la divisa que lo lleve al techo de la banda de flotación y sigue postergando la decisión de comprar divisas para hacer frente al pago de los vencimientos de deuda del 9 de enero.
Las intervenciones del Banco Central se realizaron vendiendo dólares del Tesoro, bonos denominados en dólar linked y contratos de dólar futuro que permitieron sólo administrar la presión alcista de la divisa para mantenerla abajo del techo de la banda de flotación. Se estima que el Tesoro hizo compras de divisas por 220 millones el viernes pasado y 320 millones el lunes último, pero a partir del martes post anuncios del BCRA empezó a vender para evitar que el precio de la divisa se dispare al techo de la banda.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
Según fuentes de mercado, el Tesoro hizo en estos días compras directas presumiblemente a la empresa YPF que liquida divisas proveniente del endeudamiento que luego vendió en el mercado oficial, una movida que preocupa a los analistas financieros porque no se sabe cuánto paga ni a cuánto vende dólares el Tesoro.
El Banco Central tiene por su Carta Orgánica la misión de regular los mercados, lo que le permite hacer operaciones que luego de ven reflejadas en sus balances, pero con esta nueva forma de operar ni el Tesoro ni el BCRA dan cuenta del manejo de las reservas del país.
La presión de la demanda se intensificó después del anuncio del Banco Central del programa para acelerar la devaluación del peso e iniciar un proceso de acumulación de divisas de 10.000 millones a 17.000 millones de dólares el próximo año.
El mercado empezó a tener dudas sobre la consistencia del anuncio del BCRA y se impone la idea de que solo buscó bajar el riesgo país para allanar el camino a una nueva colocación de deuda del Tesoro en los mercados internacionales, que recién se podría hacer con la aprobación del Presupuesto 2026.
La estrategia oficial fue anticipar el anuncio del BCRA sobre acumulación de reservas en línea con lo que reclama el Fondo Monetario Internacional, el Tesoro de Estados Unidos y fundamentalmente los mercados financieros que hace una semana castigaron al Gobierno en el intento de colocación de deuda en dólares con ley argentina.
El fracaso de la colocación de ese bono, solo recaudó 910 millones de dólares a 9,47% de Tasa Efectiva Anual (TEA) aceleró el anuncio del BCRA que impactó en una suba de los Bonos Globales (GD, de legislación extranjera) y Bonares (AL, de legislación local) que permitió bajar el riesgo país al rango de los 550 puntos, el menor valor durante la administración de Javier Milei.
La estrategia del Gobierno es bajar el nivel de riesgo país para hacer una colocación internacional, pero necesita que también se apruebe el Presupuesto 2026 que incluye la autorización legal para hacer esa colocación con legislación extranjera.
El problema del Gobierno es que Diputados introdujo cambios en el proyecto oficial y ahora enfrenta la disyuntiva de convalidar esos cambios en el Senado o intentar volver a la redacción original, lo que obligaría a devolver el texto a la Cámara baja lo que pone en riesgo los tiempos necesarios para hacer la operación de colocación de deuda.
Esa percepción de que el BCRA sólo hizo un anuncio para satisfacer a los mercados se combina ahora con la idea de que el Tesoro no alcanza a comprar las divisas ni tiene tiempo para colocar nueva deuda y hacer frente al pago del 9 de enero. Por ahora el Tesoro tiene un saldo de 1.900 millones en la cuenta en el BCRA y vencimientos por 4.000 millones de pesos entre amortización de capital e intereses, de los que 3.700 millones corresponden al sector privado y el resto es intra sector público.
Si el mercado no ve compra de dólares en las próximas semanas, del Tesoro o del BCRA, el riesgo país se espera que vuelva al rango de los 600 puntos.
