El mundo de la música está conmocionado porque murió una de las más queridas cantantes de folklore en Argentina. La noticia se dio a conocer en la noche del martes 15 de octubre y con el correr de las horas muchos fanáticos y colegas de la artista se fueron enterando, por lo que la despiden con pesar a través de las redes sociales.
El ambiente de la cultura tiene a un sinfín de figuras que trascendieron y siguen haciéndolo con sus respectivos trabajos. Es por eso que la noticia sobre el fallecimiento de una de las voces más prestigiosas del mundo del folklore causó gran impacto y se despertaron todo tipo de reacciones.
Se trata de la artista oriunda de Santiago del Estero Carolina Haick, integrante de la banda Los Mullieris, quien perdió la vida en la noche del martes 15 de octubre. La cantante venía atravesando una complicada enfermedad de la cual no se dieron muchos detalles, se encontraba internada en estado delicado en Córdoba, donde finalmente perdió la vida.
Carolina Haick transitó su infancia en la localidad de Pampa de los Guanacos, ya que su familia se trasladó hacia allí por los trabajos de su padre. Además, Haick dejó una huella en la docencia siendo parte del equipo docente del Jardín de Infantes "Caperucita". De hecho, este amor por la enseñanza y la música la llevó a formar parte del programa radial Música de Mujeres por Radio UNSE. Junto a su esposo, también músico, tenían un estudio de grabación en la casa donde crearon y produjeron muchas de sus canciones.
Llora el folklore por la muerte de uno de los cantantes más "queridos" de Argentina
Una de las figuras más queridas del folklore argentino falleció dejando un gran vacío en el mundo de la música. Con su partida, se apaga la voz de un referente que supo combinar sus raíces árabes con el profundo sentir de la cultura argentina, creando un estilo único que cautivó a generaciones. Las redes sociales también lamentaron su muerte.
“El Turco Yamil”, cuyo nombre de pila fue Carlos Alberto Farah, nació en la provincia de Tucumán en una familia de origen árabe, donde desde joven mostró un fuerte interés por la música. Su talento natural lo llevó a integrar algunos grupos de folklore en su juventud, pero fue como solista que encontró su verdadero lugar. Desde sus primeras presentaciones, logró destacar por su peculiar tono de voz y su carisma en el escenario, lo que rápidamente lo posicionó como uno de los grandes del género.
Considerado el folklorista "más querido" del norte argentino, El Turco Yamil recibió estas sentidas palabras de despedida por parte de su colega Mario Cabrera: "A la memoria de quién me abrió las puertas de su casa después de muchos años de no cantar en Tucumán. Hice esta zamba luego de mi primera presentación en su peña. Gracias Turco por todo, por estar siempre, por tu bombo amigo, por amar las canciones, a los cantores y a la música de nuestro pueblo. Hasta el próximo vino de la amistad Yamil".
A lo largo de su carrera, Yamil se convirtió en un ícono del folklore nacional, fusionando los ritmos tradicionales con sonidos árabes que evocaban sus orígenes. Este enfoque particular no solo lo diferenció de otros artistas, sino que también le permitió conectar con un público diverso que veía en su música una muestra de la multiculturalidad que caracteriza a la Argentina. “El folklore es mi pasión, pero mi alma tiene un toque árabe”, solía decir en sus entrevistas, donde explicaba cómo esa mezcla lo definía tanto artística como personalmente.