La nueva estrategia de Martín del Río, que busca anular la perpetua por el crimen de sus padres: "Juicio justo"

En diciembre pasado había sido condenado a perpetua por un jurado popular. Ahora, su defensa busca anular la sentencia y apunta a un "juicio justo".

20 de febrero, 2025 | 13.40

En diciembre pasado, Martín del Río fue condenado a prisión perpetua por el crimen de sus padres, José Enrique del Río y María Mercedes Alonso. Según el jurado popular en el Tribunal N°7 de San Isidro, el hombre asesinó a sus progenitores "para encubrir y no revelar las mentiras en torno al desmanejo del patrimonio familiar”. Ahora, el hombre presentó un recurso de apelación para anular dicha sentencia, que fue admitido por la Cámara de Casación.

Durante el debate y el juicio, Del Río quiso instalar que el asesinato de sus padres fue producto de un golpe comando y que era incapaz de haberlos matado porque "los adoraba". "Soy inocente", exclamó, previo a hablar de la "injusticia" del caso. 

Ahora, su defensora Mónica Chivirin apeló la condena porque para su defensa hubo una "clara contaminación, confusión y/o desviación de la decisión" por parte del jurado popular: "Hubo un jurado contaminado que estuvo a la vista. Por eso, estamos planteando todas las objeciones y la contaminación es recurrible", afirmó en diálogo con Noticias Argentinas.

La Cámara de Casación dio lugar al pedido y sorteó la Sala I. La presentación fue realizada junto con Gastón Salomón, que llevó adelante la parte civil y comercial, y ambos solicitan que "se anule el veredicto de culpabilidad por presunta contaminación, desviación y/o confusión de la decisión".

Para los letrados, hubo una violación del proceso legal, por lo que ahora buscan un "juicio justo" y apuntan a la jueza Coelho. "La jueza técnica fue tomando sucesivas decisiones que -en su conjunto- generaron un indefectible prejuicio en el jurado, a punto tal, que al tiempo de arribar a al veredicto, se apartaron de la prueba rendida en el juicio directamente vinculada al hecho que se estaba juzgando y que concretamente demostraba que el señor Martín del Rio no cometió el supuesto hecho por el cual se lo acusó o, al menos, se imponía la duda razonable, en su favor".

En el escrito, también acusan a Cecilia Sánchez, exesposa de Del Río, de "mentirle al jurado": "Mintió, en medio de llantos, que estuvo un mes y medio en estado shock y con tratamiento psiquiátrico y psicológico a partir de la detención de Martín".

Ahora resta aguardar a que la Justicia fije una fecha para la audiencia oral, donde expondrán sus argumentos: "Casación va a revisar todas las grabaciones donde la jueza técnica se contradice con la ley", explicó Mónica Chivirin.

"Salomón fue objetado todo el tiempo, no lo dejaban ni hablar", sostuvo la abogada, quien subrayó: "Aquí se hicieron acuerdos de la herencia, divisiones y ejecuciones comerciales".

Cronología del caso del parricida Martín del Río

Martín del Río, el hijo menor de las víctimas, era el encargado de manejar los bienes y negocios familiares, entre ellos la frustrada operación inmobiliaria por la cual las víctimas pensaban que aquel 24 de agosto de 2022, día en el que fueron asesinados, en realidad iban a mudarse a un lujoso departamento en el edificio Chateau Libertador del barrio porteño de Núñez, valuado en más de un millón y medio de dólares. Algo que nunca sucedió. 

Martín fue detenido tras ser identificado por diferentes testigos como el "caminante encapuchado" que se observó en las cámaras de seguridad el día del crimen. Su contextura física y especialmente su modo de caminar -con un defecto en su pierna izquierda que padece de chico, que no le permite seguir una línea recta y por lo que lo apodaron “Pato”, "Pati" para sus papás- fue lo que determinó que era él. 

Los mensajes de WhatsApp previos que tuvo con su padre revelan la tensión del detenido con su progenitor, catorce días antes del doble crimen: 

  • (José Enrique del Rio [JEDR]. Texto de las 10.03): Buen día ¿cómo viene la mano?

  • (Martín del Rio [MDR]. Audio de las 18.08): Pa, ahí hablé con la de Verga (Hermanos, la mudadora), me dijo que hoy no pudieron hacer mucho porque estaban con todo este despelote del viaje, que igual embalaron algunas cosas y eso y que mañana a las 2 de la tarde están ahí de vuelta a ver si ya podemos liquidar.

  • (JEDR. Audio a las 18.09): Bue, qué vas a hacer… Esperemos que terminen mañana. Porque si no, parece el cuento de Caperucita esto.

  • (MDR. Audio de las 18.10): Dale pa. Ahí me junté con el gordo Rubén, le expliqué todo lo que hicimos, toda la historieta. Sí, sí, sí… Dicen que hoy estaban con todo el despelote ese y bueno, a ver si ya mañana lo podemos liquidar. ¿Qué te iba a decir? Eh… bueno todo bien también con el gordo, estoy saliendo de Almagro.

  • (JEDR. Audio de las 18.11): Che Pati, acá hablamos con mami, ¿tenés el montacargas mañana?

Martín del Rio ya no respondió ese día. Al día siguiente, a las 9.49, José le insistió a su hijo: “PATI ayer no me contestaste. ¿Tienen el montacargas? ¿Hoy pagan? ¿Entregan el contrato y las llaves? CONTESTÁ”.

El 16 de agosto a las 8.53, el padre envía otro mensaje escrito: “En cuanto tengas las llaves avísame. Esta semana tiene hoy, jueves y viernes. No podemos irnos a otra semana. Cualquier excusa armá una reunión para hoy. No me voy a pelear. Pero no tenemos más problemas de ellos que tolerar. BESOS".

Dos días después, el 18 de agosto de 2022los mensajes de José Enrique del Río son más impacientes frente a las demoras, incluso plantea la posibilidad de ir en persona a solucionar la mudanza:

  • (JEDR. Audio de las 9.44): Pati, estamos prontos, cuando nos avises vamos. Yo sé que es temprano… [de fondo se escucha la voz de Mercedes Alonso que dice “O si nos pasa a buscar…”] ¿O nos pasás a buscar? No sé, avisanos, te mando un beso.

  • (JEDR. Texto de las 14.29): Pati, ¿novedades?

  • (MDR. Texto de las 14.30): En un rato te aviso.

  • (JEDR. Texto de las 15.17): ¿Qué pasa?

  • (JEDR. Texto de las 15.23): Pati estos versos de esta gente son los que hacen mal. Si es necesario voy con vos a la embajada.

  • (MDR. Texto de las 15.25): Esperame que está todo perfecto. Salgo de acá y te llamo

  • (JEDR. Texto de las 15.25): Ok.

  • (MDR. Texto de las 17.41): Ya te llamo.

Ese mismo día es crucial para el plan de Martín del Río, o “Pati” como le decía su padre, porque practicó el trayecto y cuánto le demoraba ir a pie hasta la casa de sus padres

El 24 de agosto, a las 16.49, se produce la última llamada de Martín del Rio a su padre, de unos pocos segundos. El aparato quedó dentro de la camioneta del ahora acusado, que estaba estacionado en el barrio porteño de Núñez, entre las 16.52 y las 19.20, horarios en los que se ve a un hombre con una campera, gorra con visera y barbijo ir y volver desde la escena del crimen. Varios testigos señalan que es Martín.

En los mensajes previos a eso, de la mañana, Martín del Río habla de la supuesta mudanza que iban a realizar:

  • (MDR. Audio): ¿Qué hacés, ma? Estoy totalmente disfónico. Me acaban de llamar, hace un ratito que están saliendo con el camión en un rato, que estaban descargando el camión. Ahí me avisa justo cuando salen y te aviso. No te hagas problema, en un ratito seguramente están, pero recién me acaba de avisar eso.

  • (MDR. Audio): ¿Qué hacés, ma?, ahí me acaba de avisar que les va a descargar el camión ahí en la embajada, de un montón de cajas y de cosas y de ahí después va para casa. O sea, estará un poquito más tarde, más después del mediodía. Ahora me va a ir avisando. Yo me voy a ir a pagar lo de Ganancias, estoy acá en el centro, yendo a pagar Ganancias y Bienes Personales.

  • (MDR. Audio): ¿Qué hacés papuchi? Todavía nada, sé que siguieron embalando, pero no pude hablar con ninguno de los dos todavía. Pero bueno, sé que estuvieron embalando. Ahora ni bien me confirmen te aviso.

  • (MDR. Audio): ¡Qué hacés papauchi! Estoy en camino...

Entre las 10.08 y las 15.53, José y María le enviaron mensajes a su hijo menor, en los que le decían que estaban “clavados” y “sin saber qué hacer” porque el camión de la mudadora Verga Hermanos no llegaba. “¿Y vos cuándo venís?, le preguntó su madre a las 11.09, pero Martín no les respondió.

A las 15.53 su padre ya cansado le escribió: “Socorro. ¿Para qué tenés teléfono? Ni los mensajes contestás. No somos clientes”.

A las 15.54, Martín del Rio ensayó alguna respuesta, pero borró el mensaje de texto. Según los forenses, dos horas después, el matrimonio era asesinado a balazos dentro de su Mercedes Benz E350, guardado en la cochera de la casona de Melo y Gaspar Campos. De acuerdo a los forenses, el doble crimen ocurrió entre las 17.32 y las 18.37. 

Los cuerpos de las víctimas fueron hallados por la ex empleada doméstica, María Ninfa Aquino, el 25 de agosto siguiente cerca de las 9 de la mañana.  La prisión perpetua fue por considerar que se trató de un doble homicidio agravado por el vínculo, por uso de arma de fuego, premeditación y alevosía, es a prisión perpetua.

"Por unanimidad de votos encontramos al acusado Martín del Río, culpable del delito de homicidio doblemente agravado por el vínculo, con alevosía y el uso de un arma de fuego", señaló la presidenta del jurado luego de debatir entre los 12 integrantes que lo componen. "Colocó en estado de indefensión de sus padres y con el uso de un arma de fuego de su familia efectuó tres disparos a su papá y un disparo a quien lo estaba mirando, a su mamá. Les quitó la vida. Todo para encubrir y no revelar las mentiras en torno al desmanejo del patrimonio familiar”, puntualizó la fiscal Marcela Semeria antes de la sentencia sobre el modus operandi del detenido.