La extinción de los animales no es un fenómeno que afecte solamente a Argentina en la región. Actualmente, un pequeño pez de Bolivia que había sido dado por extinto durante muchos años, volvió provocando el asombro de toda la comunidad científica. Se trata del Moema claudiae, un killifish estacional endémico boliviano.
La reaparición de esta especie dejó en evidencia cuánta biodiversidad sigue oculta en los humedales de Argentina y cuán importante es la protección de nuestros ecosistemas. El reciente hallazgo fue publicado por la revista Nature Conservation.
El hallazgo del pez: ciencia + paciencia
En abril del 2024, los investigadores Heinz Arno Drawert y Thomas Otto Litz localizaron una población sobreviviente de Moema claudiae en un pequeño estanque de aguas negras, rodeado de tierras agrícolas, en la cuenca del río Mocoví del departamento del Beni. Este hallazgo se dió en un contexto en el que el país vecino de Bolivia atraviesa la pérdida acelerada de biodiversidad, por la deforestación y la expansión agrícola.
Fue el primer registro en estado silvestre desde que su hábitat original fuera transformado en campos de cultivo, por lo que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) la había clasificado como “en peligro crítico” y/o “posiblemente extinta”. Para confirmar su presencia, los científicos utilizaron métodos tradicionales como redes de mano y observación en acuarios temporales, logrando documentar por primera vez su comportamiento y biología.
Los ejemplares recolectados fueron depositados, con autorización oficial, en la Colección Ictiológica del Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado en Santa Cruz de la Sierra. La identificación se realizó comparando las muestras con la descripción taxonómica original.
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Dónde apareció el pez y cómo se protegerá a la especie
El entorno donde reapareció Moema claudiae fue completamente impensado: un estanque poco profundo y temporal en una zona de transición entre la selva amazónica y las sabanas de los Llanos de Moxos. En este área confluyen distintas subcuencas y ecosistemas, donde los investigadores pudieron idetificar otras seis especies de killifish estacionales.
El sitio se convirtió en el de mayor diversidad conocida de este grupo a nivel mundial. Anteriormente, nunca se había documentado la coexistencia de siete especies de killifish en un solo biotopo. La expansión agroindustrial, impulsada por las políticas del oriente boliviano, es la principal causa de la transformación del paisaje.
Tal es así, que los autores del estudio pidieron protección urgente para este sitio donde fue redescubierta la Moema claudiae. “Para mí es algo muy especial haber redescubierto Moema claudiae. Esto demuestra que todavía tenemos la oportunidad de preservar esta especie en su hábitat natural”, señaló Thomas Otto Litz.
Heinz Arno Drawert fue más enfático: “Sin una acción rápida y efectiva para frenar la expansión irracional de la frontera agrícola en las tierras bajas de Bolivia, corremos el riesgo de perder algunos de los ecosistemas más importantes del mundo y los bienes irremplazables que nos brindan”.
