En un contexto de tensión social y convulsión parlamentaria -que incluyó una increíble pelea a trompadas entre dos diputados oficialistas-, la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo comenzará este jueves al mediodía el análisis del decreto de necesidad y urgencia 179/25 que habilita el nuevo acuerdo con el FMI, contrariando las leyes vigentes. Que el Gobierno le haya impreso tanta velocidad al trámite marca su convencimiento de que conseguirá el número para validarlo en Diputados y así mostrar ante el organismo financiero internacional que mantienen respaldo político. En la misma lógica se inscribiría la brutal represión llevada a cabo este miércoles frente al Congreso, exhibiendo que no escatimarán en palos y gases para sostener el plan de mayor ajuste, la deep motosierra.
La comisión de Trámite Legislativo, que hace seis meses que no se reúne, está presidida por el senador riojano Juan Carlos Pagotto, de La Libertad Avanza. Este año corresponde que la presida un diputado y el nombre que se barajaba desde el oficialismo era el del correntino Lisandro Almirón, el mismo que protagonizó una escena de pugilato con Oscar Zago por una votación en la Cámara baja relacionada con el fraude $LIBRA. Martín Menem aprovechó el escándalo para levantar la sesión e impedir que se vote, en un cúmulo de bochornos. Zago también forma parte de la comsión, así que los boxeadores volverán a verse las caras. Si no es Almirón, la comisión podría recalar en algún aliado del oficialismo como el macrista Diego Santilli o el radical chaqueño Francisco Monti. Los aliados del Gobierno jugarán un papel decisivo en la suerte del decreto.
La comisión tiene diez días para elevar su despacho al plenario de cada Cámara. Así que el 26 de marzo, como tope, debería tratarse en el recinto. Se descuenta que será en Diputados, donde el oficialismo tiene puestas las fichas en un nuevo acompañamiento de los bloques de la oposición dialoguista. Un anticipo pudo verse en las votaciones que se dieron este miércoles en la Cámara baja. Cada vez que el bloque de Unión por la Patria quiso avanzar en la investigación del escándalo cripto desde la oposición dialoguista salieron a desmarcarse. La posibilidad de quedar en una votación del mismo lado que el kirchnerismo actúa como disuasivo para la oposición dialoguista, que busca evitar a toda costa que desde la Casa Rosada y sus pedios paraoficiales no les cuelguen el cartelito de destituyentes.
Según la ley de fortalecimiento de la sostenibilidad de la deuda pública -conocida como "ley Guzmán", por el ex ministro-, todo acuerdo con el Fondo necesita de una ley del Congreso. En la apertura de sesiones del 1 de marzo, el presidente Javier Milei prometió envia el proyecto, pero luego se decantó por un DNU. El ministro de Economía, Luis Caputo, lo justificó diciendo que el Senado tenía mayoría kirchnerista y que no aprobarían el acuerdo, como si cumplir con las leyes fuera optativo. El DNU 179, además, no da detalles ni del monto, plazos, intereses, ni compromisos que representa el nuevo acuerdo. Integrantes de bloques dialoguistas de la UCR y Encuentro Federal adelantaron su rechazo a aprobarlo. Incluso, llamativo, el ex presidente Mauricio Macri sostuvo que era una muestra de la falta de institucionalidad que vivía el país.
El jefe del bloque del PRO, Cristian Ritondo, aceptó que el Gobierno debía dar más detalles de lo que se habían negociado, pero se mostró proclive a aprobar el decreto porque los fondos que llegarán servirán para salir del cepo. Desde el entorno del gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, adelantaron que los diputados cordobeses también votarán a favor porque, de lo contrario, sería poner en riesgo el plan económico de Milei. Es de imaginar que los gobernadores radicales y los del PRO se sientan inclinados a mantener una actitud parecida, siempre hay algún motivo a mano. De nuevo será un test conocer sobre cuántos diputados mantienen una influencia directa que los haga votar a favor de un decreto que viola de manera tan flagrante las potestades del Congreso. Eso, además, a meses de una elección legislativa.