Una pareja de argentinos quedó a la deriva en un crucero por el coronavirus: habría 77 personas enfermas

Viajaron el 7 de marzo. Por las restricciones, no los dejan bajar en los puertos. Buscarán pasar la cuarentena en EE.UU. Casi un centenar presentan síntomas, pero no pueden hacerle los tests. 

26 de marzo, 2020 | 12.43

Claudia (64) y Juan (66) son una pareja platense que el 7 de marzo decidió pasar sus vacaciones en un crucero de origen norteamericano que zarpaba desde Buenos Aires y desembarcaba en Santiago de Chile. Pero eso no fue posible: cuando arribaron a la costa del país vecino prohibieron terminantemente descender a todo aquel que no tuviese nacionalidad chilena. Bajaron 4, quedaron 1800. "Las instrucciones las da el capitán dos veces al día por altoparlante en inglés. Yo no entiendo mucho, así que cuando otra pasajera peruana tiene internet nos traduce las indicaciones" cuenta Claudia que desde hace 6 días hace cuarentena en su cuarto junto a su marido. "La comunicación es pésima, los pasajeros tenemos internet, pero los argentinos que están acá trabajando prácticamente no se pueden comunicar ni con nosotros, ni con el exterior".

Flota en el aire el rumor de que habría 77 pasajeros con diagnostico de influenza. No hay test para corroborar si se trata de coronavirus, ni servicio sanitario posible para dar respuesta y contener a los pasajeros. Recién el jueves otro buque de la empresa, superior en tamaño y en tecnología para la salud arribaría a las costa de Panamá para hacer el traspaso. 

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No hay certezas de un arribo. No hay comunicación posible. Claudia y Juan tienen miedo e imploran desde su camarote que el pedido de auxilio llegué a sus familiares y sobretodo a las autoridades del Estado. Claudia tiene 64 años y Juan 66, ambos son pacientes con factores de riesgo.

Mañana, este crucero de origen norteamericano tendra contacto con el Rotterdam, un barco hospital. Dispuesto a socorrer a los, por estas horas, 77 pasajeros con sintomas gripales. El Rotterdam navegará hasta alguna costa con 600 tripulantes dedicados exclusivamente a tareas sanitarias. Una vez atendidos, el crucero intentará pasar los controles para cruzar el canal de Panamá y lograr llegar a la costa de Estados Unidos.

Desde Cancillería informan que todos los cruceros desembarcan en su país de origen, pero que eso no garantiza que no haya complicaciones para dejar descender a los argentinos. En un contexto donde los aeropuertos y los cielos están cerrando y sin fecha aparente de arribo, es probable que la cuarentena tenga que realizarse en el país del norte.

"Nosotros por ahora hemos decidido no ingresar más gente, por eso he instruido al canciller (Felipe Solá) para que ayude con recursos a los que están en el exterior, hasta que podamos ordenar este tema" comunicaba ayer por primera vez Alberto Fernandez y hacía una salvedad: "salvo algún caso excepcional que lo justifique, van a tener que quedar esperando". Esto podría ser una posibilidad para al menos dos de los catorce pasajeros del crucero: Juan y Claudia.

Adentro del barco, el capitán decidió aislar a los enfermos y dejar que los, por ahora, sanos puedan tomar aire fresco media hora por día "con barbijo, sin juntarse con nadie, y tratando de no tocar absolutamente nada" agrega Claudia y preocupada confiesa: "adentro del camarote, donde estamos hace tres días, no sabemos si es de día o de noche". En la puerta de cada habitación reciben su comida diaria previamente desinfectada.