Las fábricas radicadas en la Isla de Tierra del Fuego y la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) cerraron un nuevo acuerdo que no favorece a los trabajadores pero fue aceptado con la intención de sostener los puestos de trabajo ya que el sector está en crisis.
En 2017 ya habían firmado un polémico acuerdo "con miras a sostener el empleo y la actividad industrial", en donde las partes se pusieron de acuerdo y accedieron a no tener paritarias por dos años a cambio de mantener los puestos de trabajo.
Sin embargo, la inflación no da tregua y fue necesario pactar una serie de medidas extraordinarias para preservar el empleo.
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En este nuevo acuerdo las empresas aceptaron pactar un incremento salarial extraordinario del 24% "para atenuar la pérdida del poder adquisitivo. Sin embargo, esto continúa muy por debajo de la inflación, que superó el 50%.
Desde la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE), el acuerdo alcanzado con la UOM representada por sus seccionales Rio Grande y Ushuaia, el Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación y el Gobierno de la Provincia de Tierra del Fuego dijeron que "es una ratificación del Acuerdo por la Competitividad y el Empleo del 13 de noviembre de 2017".