"La Estafa de la Forma" que inaugura el próximo 26 de mayo en 704 Oficina de Arte, con curaduría de Tomas Rawski, Miceli vuelve a insistir en "la pregunta sobre qué separa al cuerpo y al público de la obra"; y realiza una convocatoria abierta a hacer de la muestra un "colectivo de modo errático" con un cuerpo de obra que abarca la colaboración del público con pantallas, CPUs, cintas en formato VHS, audio, vídeo y diapositivas.
Texto curatorial a cargo de Tomás Rawski
"El Tejido colectivo de Juan Miceli tiene vida, se mueve, narra historias y crece con el tiempo. Las cintas de video que se acumulan en el espacio se reagrupan generando una escultura que rinde culto a la información colectiva.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
La escultura nos recuerda la imagen de un tótem, que podría hacernos pensar en un objeto sólido y sin movimiento. Pero la forma nos engaña. No hay forma válida para los recuerdos. Las conexiones varían mientras más información ingresa. Las redes neuronales del tótem cambian sus valores, y la respuesta no es definitiva. El destino no está escrito.
Miceli piensa que el tiempo no es lineal. Su doble cuántico lo lleva a recorrer otros tiempos y pensar en la construcción de la memoria como un espacio que crece, se mueve y se estabiliza. Busca el equilibrio y lo logra por momentos, pero rápidamente encuentra nuevamente su caos.
Sobre esta base y pensando en un tiempo caótico, cada acción que es recuerdo y a su vez es imagen dentro de la instalación, se acumula, deja marcas y huellas. Son trazos que se regeneran para modificar la historia que puede ser cambiada en cualquier momento por cualquiera que así lo decida".
Texto del autor que abre la muestra:
"A un nivel más profundo, esta muestra habla tanto de la carne humana y sus poderes generativos como del cuerpo social. Occidente se aferra con fervor a la idea de la forma humana y su correspondiente canon popular. Tal vez es a partir de allí que caemos en el delirio de creer que en cada pliegue de nuestra piel y en los rincones de nuestros órganos se esconden catedrales, ejércitos, civilizaciones enteras e imperios que no hacen otra cosa que fracasar y re formularse igual a sí mismos: ciegos pero intrépidos."