Esta mañana, Roberto Navarro analizó las consecuencias de las medidas implementadas por el Gobierno para enfrentar al Coronavirus. La idea de solidaridad y unidad nacional es principal, pero los reclamos por parte de los enemigos poderosos de siempre comenzaron a escucharse.
Los cacerolazos iniciaron luego de la advertencia del Presidente a los empresarios para que no haya despidos: "No lo voy a permitir, es hora de ganar menos".
"Alberto tiene enemigos poderosos que son los que llevaron a cabo el lawfare en toda Latinoamérica, ahora debería enfrentarse a los que verdaderamente lo están atacando y no a todos en general", aseguró Navarro en El Destape Radio.
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Según el conductor, el primer objetivo del Presidente está cumplido: retrasar el coronavirus, que no estalló gracias a las decisiones que se tomaron.
"Alberto logró que en un país como Argentina, con monopolios y oligopolios acostumbrados a hacer lo que quieren, que los argentinos tengan un muy aceptable nivel de abastecimiento de productos de estos monopolios a precios que no han subido sustancialmente a cuando empezó todo esto", aseguró Navarro.
El periodista calificó a esto último como un logro y señaló que esta situación no se da porque los empresarios son "buenos", sino porque están alineados. "¿Vale la pena pelearse con ellos que están alineados?", se preguntó.
Los enemigos de Alberto siguen siendo los mismos de siempre, declaró Navarro y los enumeró: la embajada, Clarín y algunos otros medios, Techint, los bancos. Entonces, si son los mismos de siempre, ¿no convendría enfrentarse a ellos puntualmente y así, lograr que no se generalice el reclamo?.
Alberto está logrando de buena parte de la clase empresaria: que hagan caso. De esta manera, se logra un buen nivel de abastecimiento para mantener a la sociedad.
"Hay que darle menos manija al Presidente con que el almanecero de la esquina subió el kilo de azúcar y mostrarle que está logrando que el azúcar llegue a la población y que en la mayoría de los negocios está al mismo precio que antes que comience todo esto", concluyó diciendo Navarro y cerró su editorial diciendo: "Usemos la experiencia para dar la batalla con inteligencia".