Los albores de La Parla de Raviolo se remontan a mediados de 2013. El propósito fundacional del grupo subyace en la firme convicción artística de provocar y desestabilizar los parámetros convencionales sobre los cuales se circunscribe la cultura rock actual. El conjunto combina su proyecto musical con diversas corrientes del universo artístico que encuentran protagonismo en cada una de sus puestas en escena, las cuales incluyen el reparto del fanzine literario El Triángulo de la Merluza (en el que colaboran desde poetas hasta ilustradores) y la exposición de cuadros de artistas plásticos circunscriptos a la cultura rock. La banda está integrada por Federico Morales, voz, Andrés Quinteiro y Joaquín Rodríguez en guitarras, Nicolás Desulovich en bajo y José Greco en batería.
-Pasaron dos años entre la edición de "Mitologías Urbanas" y el flamante disco ¿Qué pasó en el medio en la banda? ¿Cómo fue la evolución musical de La Parla de Raviolo?
-Durante estos últimos dos años estuvimos abocados a la presentación de Mitologías Urbanas por distintos escenarios de Buenos Aires y también, en paralelo, comenzamos a concebir y a darle forma a este nuevo álbum. Por supuesto, ese fue un trabajo que se fue construyendo con tiempo, sin precipitarnos porque no teníamos nada ni nadie que nos estuviera apurando, solamente un concepto claro que se presentó con la suficiente fuerza como para ocupar el espacio del futuro disco. La experiencia de grabar un primer disco no pasa inadvertida, por lo menos para nosotros. De ese proceso te llevas muchas interpretaciones de las cosas, que desde luego antes no tenías, que sólo se pueden adquirir atravesando por ese hecho. Te diríamos que una vez finalizado el primer disco ya comenzaron a asomar ciertas maneras, formas, que para un segundo álbum no teníamos que repetir, e imaginábamos, o sospechábamos, hacia dónde podían virar aquellas que serían la novedad. Para Supuestos nos propusimos la exclusión de ciertos recursos (muy detectables en Mitologías Urbanas) y la inclusión de otros nuevos. Esta determinación nos empujó a concebir otras metodologías, otro tipo de canción, de composición y de instrumentación. Lo más estimulante para el músico es que tu propuesta artística te desafíe al punto tal de tener que incursionar en zonas que antes desconocías y acomodarte a ellas, asimilarlas. Hubo una evolución colectiva ya que el trabajo de sala y de instrumentación lo desarrollamos a un ritmo muy natural, y eso permite que toda la banda se pueda aggiornar a la búsqueda.
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-¿Qué recorrido musical se propusieron a la hora de pensar "Supuestos"?
-La idea madre de este disco es la ruptura con lo anterior, respetando la identidad de la banda, su horizonte, su cosmovisión, pero queriendo dar con un sonido distinto, que nos permitiera expresar todo lo que el universo raviolero fue acumulando a lo largo de los dos años que separan a un disco del anterior. Un período donde las inquietudes y las interrogaciones de la banda fueron otras, aunque la materia gris tenga la misma perspicacia de siempre.
-En la presentación del disco invitan a "sumergirse en la nueva sonoridad para transitar juntos novedosos páramos artísticos" ¿Qué los une como banda? ¿Qué se logra en un escenario?
-Lo que nos une como banda es una camaradería que se traduce en lo musical, lo artístico, pero por sobre todas las cosas, en lo humano, y lo humano se sintetiza en una forma de entendimiento de aquello que nos rodea. Hay una interpretación del mundo que, en lo general, compartimos y es desde esa interpretación que se va entretejiendo todo ese campo imaginario que nos inventamos para pisar no solo la tierra, sino esos páramos que pertenecen al orden de lo fantástico que es un lugar que nos sienta muy bien.
-¿En qué anda El Triángulo de la Merluza?
-El Triángulo de la Merluza desde hace tiempo está en una curva de crecimiento que se sostiene y potencia a medida que van pasando las ediciones. Es un proyecto, que si bien surgió bajo el ala de la banda, hoy ya ha tomado vida propia y su dirección está en manos de Anahí, Ornela y Florencia que son quienes encaran el comando del fanzine. A pesar de los embates, se sigue repartiendo de forma gratuita en cada uno de los shows de la banda. Es un nicho de escritores, ilustradores, fotógrafos, poetas que llegó para quedarse… por lo menos, así nos gusta pensarlo.
-El disco incluye un tema que se llama "Todos los sueños del mundo" ¿Cuáles son los sueños de la banda?
-Esta banda más que por sueños se deja llevar por el placer. Siempre nos reconocemos como firmes hedonistas. Y una de las fuentes máximas de placer es la música y es allí donde mejor nos sentimos, donde podemos desarrollarnos con autenticidad. ¿Cuál es nuestra máxima? Hacer que nuestro tiempo sea musical, que esta realidad sofocante no corrompa, o mejor dicho, corrompa lo menos posible ese espacio nuestro donde tienen cabida la fantasía y la evasión.
-El país transita tiempos complejos en lo social, en el día a día ¿Los atraviesa la grieta? ¿Se puede lograr correr el arte, la música, del complicado tiempo que se vive?
-Supuestos nace como reacción, una reacción que tiene lugar en aquel verano caliente del 2016 que fue cuando se presentó el concepto, cuando tuvo lugar ese primer contacto con la idea musical y poética del disco. Por aquel entonces el asfalto quemaba y la temperatura aumentaba a medida que veíamos que el futuro se iba tornando cada vez más sombrío. Antes te respondimos que nos reconocemos como hedonistas, pero antes de hedonistas somos sujetos, sujetos atravesados por una serie de múltiples realidades, verdades, interpretaciones, y todas ellas van tramando nuestro presente, y es ahí donde nos ubicamos. Somos una banda que entiende al rock como cultura y no como un género musical más. Y desde esa línea de pensamiento podemos entender que hay fenómenos sociales y políticos que no podemos tratarlos con indiferencia. En Supuestos procuramos hacer una lectura del mundo según dicta el universo raviolero, escapándonos de ese rock que nos vendieron como contestatario y que luego señala con el dedo a lo distinto, a lo diferente, y no hay nada más reaccionario que limitar las diversidades y ponerles una etiqueta. ¿Si tenemos una posición política? Claro que sí, ya que todo evento artístico es político, pese a quien le pese. Pero está en nuestro gen decir a través de las canciones cuál es nuestra lectura, tratar de dar con el código de la cosas, tarea que ya sabemos que está perdida pero el sólo hecho de proponérnosla es lo que nos empuja y estimula.
La Parla de Raviolo presenta Supuestos en Mvseo, el sábado 25 de noviembre, Rivadavia 11000, Ciudad de Buenos Aires