Quién es Ana Corina Sosa, la hija de Corina Machado: ¿Qué dijo al recibir el Nobel de su madre?

La ingeniera radicada en Nueva York subió al escenario para aceptar el premio otorgado a su madre. Es una de las tres hijas que tuvo la dirigente venezolana con su exmarido, Ricardo Sosa.

10 de diciembre, 2025 | 16.55

Ana Corina Sosa, ingeniera industrial venezolana con un Máster de Harvard, se convirtió en la protagonista en Oslo al recibir el Premio Nobel de la Paz en nombre de su madre, María Corina Machado, líder opositora perseguida por el régimen de Nicolás Maduro.

A sus 34 años, Sosa subió al escenario de la Alcaldía de Oslo para aceptar el galardón que su madre no pudo recibir personalmente. En un perfecto inglés, leyó el discurso que María Corina había preparado, logrando una ovación de pie en toda la sala.

Desde 2012, Ana Corina vive en Nueva York, donde trabaja como Chief of Staff en la multinacional de software Celonis, y se mantiene activa en iniciativas de comunicación y movilización ciudadana en apoyo a la causa venezolana. Se trasladó a Estados Unidos por cuestiones de seguridad, debido a las amenazas constantes contra su familia por parte del gobierno venezolano.

Hija del empresario Ricardo Sosa Branger y María Corina Machado, Ana Corina tiene dos hermanos menores que también viven fuera de Venezuela. La joven representó a su madre en eventos internacionales, especialmente tras la escalada política de fines de 2023, cuando fue inhabilita para participar de las elecciones del año pasado y se mantiene en Venezuela en la clandestinidad.

Los hijos de María Corina Machado y Ricardo Sosa

María Corina Machado tiene tres hijos: Ana Corina, Ricardo y Henrique, todos fruto de su relación con Ricardo Sosa, con quien estuvo casada entre 1990 y 2001. Ricardo tiene 32 años y también reside en Estados Unidos. Mientras que Henrique tiene 30 y vive en Colombia.

María Corina Machado tuvo tres hijos con su exmarido, RicardoSosa

Qué dijo Ana Corina Sosa en la ceremonia del Premio Nobel de la Paz

Sus Majestades, Altezas Reales, distinguidos miembros del Comité Nobel, ciudadanos del mundo, mis queridos venezolanos:

He venido a contarles una historia, la historia de un pueblo y su larga marcha hacia la libertad. Esa marcha me trae hoy aquí, como una voz entre millones de venezolanos que se han levantado una vez más para reclamar el destino que siempre les ha pertenecido.

Venezuela nació de la audacia, moldeada por una fusión de pueblos y culturas. De España heredamos una lengua, una fe y una cultura que se hermanaron con nuestras raíces ancestrales indígenas y africanas. En 1811 escribimos la primera constitución del mundo hispano, una de las primeras constituciones republicanas de la Tierra. Allí afirmamos una idea radical: que cada ser humano posee una dignidad soberana. Esa constitución consagró la ciudadanía, los derechos individuales, la libertad religiosa y la separación de poderes.

Nuestros antepasados cargaron la libertad sobre sus hombros. Cruzaron un continente entero, desde las orillas del Orinoco hasta las alturas del Potosí, convencidos de que la libertad nunca está completa si no es compartida. Desde el principio creímos en algo tan simple como inmenso: que todos los seres humanos nacen para ser libres. Esa convicción se convirtió en el alma de nuestra nación.