Estados Unidos apoya la creación de dos puestos permanentes en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para los Estados africanos y un puesto rotatorio entre los pequeños Estados insulares en desarrollo, anunciará el jueves la embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield.
La medida se produce en un momento en que Estados Unidos trata de reparar los lazos con África, donde muchos están descontentos por el apoyo de Washington a la guerra de Israel en Gaza, y profundizar las relaciones con las naciones de las islas del Pacífico, importantes para contrarrestar la influencia china en la región.
Thomas-Greenfield dijo a Reuters que espera que el anuncio "haga avanzar esta agenda de forma que podamos lograr la reforma del Consejo de Seguridad en algún momento del futuro", y lo describió como parte del legado del presidente estadounidense Joe Biden.
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La petición de dos puestos permanentes para África y un puesto rotatorio para los pequeños Estados insulares en desarrollo se suma al apoyo que Washington viene prestando desde hace tiempo a India, Japón y Alemania para que también obtengan puestos permanentes en el Consejo.
Los países en desarrollo llevan mucho tiempo pidiendo puestos permanentes en el Consejo de Seguridad, el órgano más poderoso de las Naciones Unidas. Pero años de conversaciones sobre la reforma han resultado infructuosos y no está claro si el apoyo de Estados Unidos podría impulsar la acción.
Antes de hacer el anuncio el jueves en el Consejo de Relaciones Exteriores de Nueva York, Thomas-Greenfield aclaró a Reuters que Washington no apoya la ampliación del poder de veto más allá de los cinco países que lo ostentan.
El Consejo de Seguridad es el encargado de mantener la paz y la seguridad internacionales y tiene potestad para imponer sanciones y embargos de armas y autorizar el uso de la fuerza.
Cuando se fundó la ONU en 1945, el Consejo de Seguridad tenía 11 miembros. En 1965 aumentó a 15 miembros, compuestos por 10 Estados elegidos con mandatos de dos años y cinco naciones con derecho de veto permanente: Rusia, China, Francia, Estados Unidos y Reino Unido.
PROBLEMA DE LEGITIMIDAD
El secretario general de la ONU, António Guterres, apoya la reforma del Consejo de Seguridad.
"Tenemos un Consejo de Seguridad que se corresponde exactamente con la situación posterior a la Segunda Guerra Mundial... que tiene un problema de legitimidad, y que tiene un problema de eficacia, y necesita ser reformado", dijo Guterres a Reuters el miércoles.
Cualquier cambio en la composición del Consejo de Seguridad se hace enmendando la Carta de las Naciones Unidas. Para ello se necesita la aprobación y ratificación de dos tercios de la Asamblea General, incluidos los actuales cinco poderes de veto del Consejo de Seguridad.
La Asamblea General de la ONU, compuesta por 193 miembros, lleva más de una década debatiendo anualmente la reforma del Consejo de Seguridad. Pero el impulso ha crecido en los últimos años a medida que las rivalidades geopolíticas han bloqueado el Consejo en varias cuestiones, en particular después de que Rusia, miembro con derecho de veto permanente, invadiera Ucrania.
"Gran parte de la conversación en torno a la reforma del Consejo de Seguridad ha sido solo eso: una conversación", dirá Thomas-Greenfield el jueves, según los comentarios preparados revisados por Reuters de su anuncio de que Washington apoya pasar a las negociaciones sobre un proyecto de texto para enmendar la Carta de la ONU para ampliar el Consejo.
Thomas-Greenfield dijo a Reuters que no podía decir cuánto tiempo podría llevar conseguir que la Asamblea General votara una resolución de este tipo.
Cada año, la Asamblea General elige a cinco nuevos miembros de distintos grupos geográficos para mandatos de dos años en el Consejo de Seguridad. En la actualidad, África tiene tres puestos que se rotan entre los Estados.
"El problema es que estos puestos no permanentes no permiten a los países africanos aportar todo el beneficio de sus conocimientos y su voz a la labor del Consejo... para liderar de forma coherente los retos que nos afectan a todos, y que afectan de forma desproporcionada a los africanos", afirmará Thomas-Greenfield.
También dirá que los pequeños Estados insulares en desarrollo merecen un puesto electo rotatorio porque aportan "una visión crítica de una serie de cuestiones relacionadas con la paz y la seguridad internacionales, entre las que destaca el impacto del cambio climático".
Con información de Reuters