Iqbal al-Zeidi lleva saliendo a recuperar las pertenencias de su familia de entre los escombros de su casa desde que ésta fue destruida por un ataque aéreo israelí sobre la ciudad de Gaza hace casi un año.
Desafiando más bombardeos, ha viajado hasta el lugar de los hechos, ha recogido sábanas, ropa y mantas, y las ha llevado de vuelta a su refugio, una tienda de campaña desgarrada en el patio del Hospital al-Aqsa, a unos 16 kilómetros al sur, en la ciudad de Deir al-Balah.
Otras tiendas de campaña agrupadas en las inmediaciones ofrecen poco alivio del sofocante calor, y ninguno de los ataques que les han perseguido hasta su nuevo hogar.
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El jueves, cuatro personas murieron cuando un ataque aéreo israelí alcanzó las tiendas en las que vivían otras familias desplazadas cerca del mismo hospital, según informaron los médicos locales.
Ella forma parte de los millones de gazatíes que se han desplazado arriba y abajo del enclave asediado y superpoblado, escapando de un ataque en un lugar, sólo para enfrentarse a más ataques en su nuevo lugar de refugio.
"Nuestra casa era un apartamento de 120 metros cuadrados. Ahora vivimos en una tienda de campaña de solo 4 por 4 metros", dijo al-Zeidi, visiblemente agotada por el calor.
"Dejamos nuestra casa bajo un bombardeo, sin nada: sin papeles, sin certificados, sin nada. Estamos completamente borrados".
DETERIORO DE LAS CONDICIONES SANITARIAS
Las condiciones son terribles en todo el territorio, con una grave escasez de agua, medicinas y combustible. Pocos hospitales funcionan.
El colapso del sistema sanitario de Gaza ha agravado otros desastres, desde una crisis de hambre hasta la propagación de enfermedades. Ha dejado a los enfermos crónicos sin acceso a la atención básica.
"Mi nieta sufre del corazón y no podemos recibir tratamiento. Yo también estoy enferma, con hipertensión y diabetes, pero no encuentro medicación", dijo al-Zeidi a Reuters.
El conflicto estalló el 7 de octubre, cuando el grupo miliciano palestino Hamás atacó el sur de Israel, matando a 1.200 personas y tomando como rehenes a más de 250, según los recuentos israelíes.
Israel respondió con una campaña militar que ha matado a más de 40.861 palestinos, según las autoridades sanitarias de Gaza.
Israel afirma que hace todo lo posible por evitar víctimas civiles y ha acusado a Hamás de utilizar escudos humanos y operar desde lugares como escuelas y hospitales. El grupo niega las acusaciones y alega que Israel bombardea indiscriminadamente a los palestinos.
Cerca del Hospital al-Aqsa, el nieto de ocho meses de al-Zeidi estaba sentado dentro de la tienda mientras otros miembros de la familia buscaban sombra en las inmediaciones.
"Pasará otro mes y llevaremos aquí un año. Corremos tras la comida, el agua, todo entre enfermedades", dijo.
Con información de Reuters