La nave industrial más reciente del Astillero Contessi, inaugurada este año para expandir la construcción de buques pesqueros, lleva detenida desde septiembre. El espacio diseñado para fabricar barcos funciona ahora como sede de "Puertas a Mundos", una muestra inmersiva que la empresa alquiló a la productora NA ante la ausencia de actividad productiva. La decisión busca evitar que el parate profundice la crisis del sector y sostener la estructura mientras persiste la paralización.
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La imagen actual contrasta con el discurso reciente del propio Vito Contessi, dueño y cara visible del astillero. A fines de 2023, antes del cambio de gestión, alertaba que el país enfrentaba una "encrucijada" y que la industria naval necesitaba previsibilidad para no colapsar. "A la Argentina la salvamos o la terminamos de hundir todos", advertía públicamente. Semanas después, el empresario expresó su voto a Javier Milei a través de un video en Instagram, manifestando confianza en el nuevo modelo económico y expectativas favorables sobre el rumbo que se abría.
Las advertencias que se cumplieron
En noviembre de 2023, durante la botadura del buque "Yani G", Contessi describía al sector naval castigado por la descapitalización y la falta de competitividad. Entonces señaló que construir embarcaciones en ese contexto implicaba operar a pérdida, y reclamó medidas concretas para sostener la actividad.
Con el gobierno de Milei ya en funciones, en enero de 2024, el empresario cuestionó la reforma de la Ley de Pesca que formaba parte de la Ley Ómnibus. "Los empresarios y trabajadores de la pesca no somos la casta", declaró, advirtiendo en tono amistoso que sin marcos regulatorios claros no habría nuevos barcos ni fuentes de trabajo.
La respuesta fue más motosierra y apertura importadora. La situación del astillero refleja el deterioro que siguió: de tres buques en construcción simultánea a ninguno. "Hace menos de un año había tres buques en construcción y lo único que se escuchaba era el sonido del trabajo; hoy la nave está vacía", escribió Contessi en sus redes sociales al anunciar el alquiler temporal del espacio. Según explicó, la medida apunta a preservar el plantel de personal y mantener la infraestructura mientras se aguarda una eventual reactivación que, por ahora, no llega.
La paralización no sólo afecta la construcción de nuevas embarcaciones. La nave industrial inaugurada en 2024, pensada precisamente para ampliar capacidad y captar más proyectos, nunca llegó a operar. Desde su inauguración hasta septiembre tuvo actividad marginal, y desde entonces permanece vacía. La inversión realizada para expandir la producción quedó congelada por la misma crisis que el empresario creyó que el nuevo gobierno resolvería.
Crisis anunciada
El panorama se agrava con otro dato que impacta en la actividad pesquera y naval. En diálogo con el periodista Maxi Montenegro, Contessi narró la mudanza de productores pesqueros a Paraguay y apuntó contra las normas de protección laboral para justificarlo.
"Se exporta a Paraguay, donde se descongela y, con máquinas y mano de obra local, se lo pela, se lo desvena y se lo envasa en bolsitas para el mercado de retail de Estados Unidos y Europa. Es una empresa argentina la que lo hace. Procesarlo en Argentina tiene un costo de entre 12 y 13 dólares; hacerlo en Paraguay cuesta 8 dólares. Es un producto que se vende a 13 o 13,5 dólares", explicó el empresario, señalando la diferencia de costos como factor determinante.
Alineado con el gobierno que lo fundió, Contessi se sumó a la propaganda oficial que demoniza los convenios laborales para apuntalar la reforma laboral que impulsa el mileísmo.
Contradicciones al aire
El empresario vive en carne las consecuencias de la paradoja neoliberal. Lo que en campaña se presentaba como solución —competencia, apertura, eliminación de "privilegios"— derivó en el desmantelamiento de la actividad que decía defender.
La trayectoria reciente de Contessi expone las contradicciones de un sector del empresariado que apostó al cambio de modelo y terminó siendo víctima de sus propias expectativas. Votó a Milei esperando condiciones favorables para la industria, pero enfrentó una reforma pesquera que consideró hostil. Criticó ser tratado como "la casta", pero mantuvo el respaldo político. Denunció la falta de reglas claras, pero confió en que el rumbo macroeconómico resolvería los problemas.
Hoy, mientras su nave industrial funciona como escenario cultural en lugar de centro productivo, Contessi mantiene intacto el optimismo oficial. En la última edición del podcast "La Fábrica", calificó con "luz verde" el año 2026 y aseguró confiar en que será "bueno" para la industria si se consolidan determinadas variables macroeconómicas.
Sin embargo, en el mismo espacio denunció desigualdades en la apertura de importaciones, señalando asimetrías que afectan la competitividad local y golpean al sector que él mismo representa.
"Estamos a favor de la apertura de importaciones, pero el problema es la sincronización de cómo se hace esa apertura", dijo, para matizar la crítica al gobierno. “Queremos ser competitivos pero nos tienen que sacar la mochila de piedra” agregó, transfiriendo la responsabilidad de sus desventuras a los trabajadores y el pago de impuestos.
Un símbolo del modelo
Mientras tanto, la nave industrial que debía impulsar la construcción de barcos recibe visitantes todos los días. "Puertas a Mundos" ofrece una experiencia tecnológica e inmersiva en un espacio que, hasta hace pocos meses, estaba destinado a generar empleo industrial.
El astillero que construía embarcaciones hoy funciona como escenario cultural, en una postal que condensa las contradicciones de un empresario que sigue respaldando el rumbo del gobierno que paralizó su propia actividad productiva.
La frase que Contessi utilizó en enero de 2024 cobra hoy un sentido involuntariamente irónico: "Los empresarios y trabajadores de la pesca no somos la casta".
El tiempo demostró que, para el modelo de Milei, tampoco son prioridad.
