Las cerealeras, con espalda financiera, celebran la baja de retenciones y piden más

Las agroexportadoras suben el pronóstico de liquidación por la baja de retenciones, pero redoblan la apuesta como presión para la eliminación definitiva del impuesto.

04 de febrero, 2025 | 17.05

Luego que el Gobierno reglamentara la letra chica de la baja temporal a las retenciones, el sector agroexportador se reunió con funcionarios del equipo económico para analizar el impacto de la medida. Desde el sector subieron la apuesta y prometieron un volumen de exportaciones de 47.954 millones de dólares, con un incremento de 1.738 millones respecto a la estimación previa a la medida. Durante la negociación previa, el sector se había comprometido a unos 1.500 millones de dólares. Para alcanzar esos objetivos, insisten en que la reducción de aranceles a las exportaciones sea definitiva, hasta su posterior eliminación en un corto tiempo. El sector promete, si se eliminan, un ingreso adicional de hasta 2.400 millones de dólares.

El Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) se reunió con el equipo económico para evaluar la baja de retenciones. Representantes del CAA participaron de una reunión con el equipo económico liderado por el titular del ARCA, Juan Pazo, el Subsecretario de Coordinación de Producción, Santiago Migone y el Subsecretario de Mercados de la Secretaria de Agricultura, Ganadería y Pesca, Agustín Tejeda.

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“El CAA ratificó su apoyo a la decisión de baja de derechos de exportación para productos de los complejos cerealero-oleaginoso y eliminación de alícuotas para economías regionales. El CAA recordó que estuvo realizando presentaciones durante cuatro años para lograr llevar a cero los derechos a todo el universo de economías regionales”, señalaron en un comunicado casi a título de amenaza antes de que se venza la ventana de baja de retenciones. En el sector ven cierto margen para presionar ante la necesidad de dólares del equipo económico, lo que motiva medidas desesperadas.

La reglamentación

A través de la Resolución 5643, inmediatamente modificada por la 5646, ambas de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), se reglamentaron este lunes las obligaciones que deberán cumplir los exportadores a los fines de percibir el beneficio de la reducción de los derechos de exportación fijado en el Decreto 38 del 25 de enero. Granos y oleaginosas con participación protagónica en el comercio (soja, maíz, trigo, girasol, sorgo, cebada y avena) contarán en forma temporal de rebajas en las tasas de retención, con fecha límite el próximo 30 de junio. 

“Al momento de registrar la Declaración Jurada de Venta al Exterior, el declarante deberá validar afirmativamente que al menos el 95 por ciento de las divisas correspondientes a la presente declaración han sido liquidadas desde la vigencia del Decreto 38/25 (última semana de enero) o lo serán no más allá de 15 días hábiles posteriores a su aprobación, accediendo así al beneficio de reducción arancelaria dispuesto por el Decreto N° 38/25”, señaló la resolución. En caso de detectarse incumplimientos en los plazos previstos para la liquidación de las divisas, se notificará al exportador quien tendrá 48 horas “para regularizar la situación”.

“Hasta tanto se cumplimente el pago de los tributos liquidados, el exportador no podrá volver a hacer uso del beneficio de la reducción de la alícuota de los derechos de exportación”, agregó la resolución.

Promesas ruralistas

Según los estudios realizados por el CAA y presentados al equipo económico, “la reciente modificación de los derechos de exportación generará un impacto significativo en las exportaciones, incentivando una mayor comercialización de los stocks, especialmente durante el primer semestre del año”. El CAA aseguró que permitiría alcanzar exportaciones por 98,1 millones de toneladas, implicando un crecimiento interanual del 11 por ciento.

En términos de valor, las exportaciones agroindustriales podrían alcanzar los 47.954 millones de dólares, con un incremento de 1.738 millones respecto a la estimación previa a la medida. Este aumento responde principalmente a la comercialización de stocks acumulados, con ventas adicionales concentradas en el primer y segundo trimestre del año.

Es un número mayor al estimado por la Bolsa de Cereales de Rosario, que proyecta ventas de granos a fines de junio, basadas en el ritmo promedio de las últimas campañas. Estima entre la recaudación con las alícuotas actuales y las anteriores una mejora de aproximadamente 1.000 millones de dólares. Si además se comercializara parte del stock de soja de campañas anteriores, este valor podría incrementarse, aunque su estimación resulta compleja. “Supongamos que se vendiera la mitad de dicho stock, lo que implicaría un incremento adicional de alrededor de 500 millones de dólares”, aseguró el informe de la BCBA.

“Los representantes agroindustriales solicitaron la continuidad de la baja de derechos, así como la profundización dado que los estudios del CAA muestran que la continuidad de la reducción de los derechos de exportación enviaría una señal clave de confianza al sector, generando mejores condiciones para la planificación productiva y la adopción de tecnologías”, comunicó la entidad.

Esto permitiría un incremento de entre 4 y 7 millones de toneladas adicionales, impulsando tanto la producción como el procesamiento interno. "Como resultado, las exportaciones podrían crecer entre 1.500 y 2.400 millones de dólares, con la creación de aproximadamente 60 mil puestos de trabajo. Esta transformación fortalecería el perfil exportador del país y dinamizaría la actividad económica, consolidando el rol estratégico del agro en la economía nacional", prometieron los empresarios del sector.

Una medida para pocos

Los empresarios solicitan ajustar los requisitos de elegibilidad de los beneficios de baja de derechos para productos del complejo-cerealero oleaginoso bajo Ley 21.453 dado que son de difícil cumplimiento para empresas nacionales con bajo acceso al financiamiento internacional. Esto tiene que ver con que la retención se aplica sobre los dólares que ingresan los exportadores para pre-financiar sus ventas al exterior.

El productor agropecuario no liquida dólares por las exportaciones de granos, siempre cobra en pesos. Es decir, puede haber contratos de compraventa de los granos expresados en dólares, pero el pago al productor siempre se realiza en moneda nacional. Además, el pago no siempre ocurre en el mismo momento que se realiza la operación de venta, existen distintas formas de comercialización de granos, cada una con su propio esquema de entrega y de pago.

Otra aclaración que hacen desde la Bolsa de Cereales de Rosario (BCR) es que el productor agropecuario no paga las retenciones, aunque sí absorbe su costo. Quien debe efectivizar el pago del derecho de exportación es, de hecho, el exportador (no el productor). En otras palabras, aunque las retenciones están diseñadas como un impuesto a la exportación, en la práctica terminan funcionando como un tributo sobre la producción, afectando directamente el precio que recibe el productor agropecuario argentino y, por ende, sus decisiones de inversión.

Por último, el proceso de liquidación de dólares resultante de la exportación de granos y subproductos no es a libre elección de las partes. En la práctica el cambio de dólares por pesos en el mercado de cambio está vinculado a las necesidades del exportador de dinero líquido para hacer frente a pagos en moneda local que al despacho físico de los granos al exterior en sí. Es por eso que la medida beneficia directamente a los grupos exportadores que tienen respaldo económico de sus casas matrices para pre-financiar las operaciones de comercio exterior.