El nuevo esquema cambiario y monetario anunciado por el Banco Central el lunes, que anticipa una aceleración de la suba del dólar, hizo que en el mercado aparecieran las dudas sobre qué ocurrirá con las tasas y la actividad en los próximos meses. Mientras que los bancos son optimistas y destacan la normalización, consultoras consideran que las tasas podrían subir en el corto o mediano plazo.
A partir de enero, el BCRA ajustará por inflación las bandas cambiarias que desde abril pasado se incrementaban en un 1% mensual. Así, la banda superior crecerá un 2,5% a lo largo del próximo mes, como indica el IPC de noviembre.
Mediante esta devaluación implícita, la entidad monetaria que conduce Santiago Bausili espera poder empezar a acumular reservas, para cumplir con el pedido del FMI y las expectativas del mercado frente las dificultades del último bono en dólares y la imposibilidad de volver a los mercados internacionales.
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El optimismo de los bancos
Para los bancos privados, el panorama tras el anuncio del nuevo esquema del BCRA es de alivio. Básicamente, entienden que el atraso cambiario al que había llevado el esquema actual ya estaba agotado y consideran que ahora se pasará a un sistema de bandas al menos más sostenible en el tiempo.
Al respecto, fuentes del sector bancario valoraron la intención oficial de "remonetizar" la economía mediante la compra de reservas, y remarcaron que ni esta remonetización ni la mayor suba del tipo de cambio deberían generar una aceleración de la inflación, sobre todo tras el bajo pass-through de los últimos meses.
En este marco, los bancos destacaron especialmente la "normalización de la política de encajes bancarios" anunciada por el BCRA, señalaron las fuentes. Estas apuntaron a que, luego de haberse encaminado la baja de los requerimientos diarios, ahora se prosiga a la rebaja de la tasa de encaje en sí, que sigue en máximos históricos de alrededor del 50%.
Por lo tanto, desde las entidades financieras agregaron que esperan que esta baja de encajes permita que a su vez, no se revierta la política de baja de tasas, que se inició tras las elecciones de octubre y que llevó a los plazos fijos a tener un interés actual de entre el 21% y el 27%.
Las dudas del mercado sobre las tasas de interés
Como es de esperar, la evaluación del mercado sobre lo que ocurrirá con las tasas depende del optimismo que se tenga o no sobre el esquema anunciado por el Banco Central.
Para Santiago Bulat, director de la consultora Invecq, el nuevo esquema cambiario reduce la posibilidades de una devaluación brusca. Entonces, "si el tipo de cambio sube un poco, hay menos perspectiva de mayor devaluación, por lo que necesitás menos tasa en pesos", señaló a El Destape. "Yo creo que la tasa de creditos a empresas no debería bajar mucho mas. La de prestamos personales, sí", añadió el economista.
Pero otras consultoras son menos optimistas, y entienden que la suba de la banda superior implicará una mayor devaluación que presionará a la inflación.
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"Si el ritmo de ajuste del techo va a acelerar, también lo hará el del ajuste esperado para el FX (tipo de cambio). Esto se transforma en un factor alcista para las tasas de interés en pesos", advirtió al respecto la consultora Outlier, que dirige Gabriel Caamaño Gómez, en un informe sobre las medidas del Central.
Lo que ocurre, justamente, es que para Outlier se mantienen las dudas sobre que la tasa de encajes pueda disminuir al corto plazo. "La continuidad de un régimen basado en agregados monetarios, combinada con una política de encajes que aún no ha retornado a un esquema de promedios mensuales... mantiene latente el riesgo de volatilidad en la tasa producto de cambios abruptos en las necesidades de liquidez de los bancos", agregó la consultora.
En la misma línea, Analytica resaltó que los anuncios del BCRA sobre remonetización no implicarán que la tasa de interés pase al terreno negativo: "La política monetaria estará alineada con el objetivo de acumulación de reservas al garantizar una tasa de interés real positiva", señaló en un informe, siguiendo con las exigencias del FMI para países con alta inflación.
Además, la misma consultora alertó que la suba de la banda "dificulta reanudar el sendero de desinflación y, a su vez, no impulsa el nivel de actividad", ya que descartó "de plano" cualquier tipo de "esquemas compensatorios de los ingresos (por ejemplo, aumentos de la AUH, una actualización del bono para la jubilación mínima, etc.) y/o instrumentos de corte productivo (tasas de interés subsidiadas, beneficios fiscales o asistencias técnicas, entre otras)".
