El grupo de países de las economías que nuclean el 80% del PBI mundial (G20) solicitó hoy al Fondo Monetario Internacional (FMI) que acelere la creación del fondo de resiliencia para abril próximo, a la vez que explícitamente insistió con la revisión de la política de sobrecargos para préstamos excepcionales, que actualmente penaliza con mayor tasa a naciones de recursos medios que mayor asistencia necesitan del organismo financiero internacional.
Se trata de dos planteos que resultan favorables a la Argentina y que estaban en el tope de los pedidos del Gobierno de Alberto Fernández, que busca que el directorio del Fondo revise esta política mientras se encuentra en la recta final de las negociaciones por un nuevo acuerdo para la reestructuración del préstamo de 44.000 millones de dólares contraído en 2018.
"Pedimos al FMI que establezca un Fondo Fiduciario de Resiliencia y Sostenibilidad (RST por sus siglas en inglés) para las Reuniones de Primavera 2022 y que trabaje junto a sus miembros para garantizar que este operativo para las Reuniones Anuales 2022, y para que apoye la implementación de este fondo en estrecha colaboración con el Banco Mundial", indicó un documento del G20, entre otros puntos importantes.
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En el texto difundido tras la primera reunión de ministros de finanzas y de presidentes de bancos centrales del año -de la que participó de manera virtual el ministro de Economía, Martín Guzmán, y fue realizada hoy en la ciudad indonesia de Yakarta- se hizo una referencia explícita a la posibilidad de continuar debatiendo la revisión de la política de sobrecargos.
Se trata de una política que afecta particularmente a la Argentina y que le insume unos 1.000 millones de dólares adicionales anuales, más allá del pago de los intereses y de capital del megapréstamo que contrajo Mauricio Macri en el 2018.
Reconocemos la actualización por parte del FMI de la política de sobrecargos y observamos oportunidades para que el Directorio continúe discutiendo temas relacionados, incluso en el contexto de la próxima revisión de la política de los ingresos del Fondo, expresaron los integrantes del Grupo de los 20.
Se trata de un fuerte mensaje dirigido al directorio del Fondo, para que revise su política, luego de que los miembros más poderosos del directorio con Estados Unidos a la cabeza, rechazaran avanzar con cambios propuestos en este sentido en la última reunión informal que hubo en diciembre sobre el tema.
En cuanto al nuevo fondo de resiliencia, se pidió que se acelere la creación de un fondo, que otorgaría una línea de crédito más flexible a países endeudados, en el contexto de la pandemia de coronavirus.
La novedad aquí es que se involucró específicamente al Banco Mundial para que colabore con la implementación del mismo.
También, hacia fin del 2021 se hablaba de que el mismo iba a quedar listo para después de junio, pero hoy el G20 instó a acelerar los tiempos, debido a la frágil recuperación mundial.
Por otro lado, en el G20 se comprometieron a "revisar la adecuación de las cuotas del FMI y continuar con el proceso de reforma de la gobernabilidad del FMI bajo la 16ta Revisión General de Cuotas, incluyendo una nueva fórmula de cuotas como guía, para el 15 de diciembre de 2023", entre las medidas para contribuir a un FMI fuerte y una mayor resiliencia financiera de los países.
También el G20 agradeció "los esfuerzos para progresar en el Marco Común para Tratamiento de la Deuda más allá del DSSI (Iniciativa de Suspensión de Servicio de la Deuda, por sus siglas en inglés)" y reiteró su "compromiso de aumentar nuestros esfuerzos para su oportuna, ordenada y coordinada implementación", referido a países de ingresos bajos.
En este sentido, resaltó "la importancia de que los acreedores privados y otros acreedores bilaterales oficiales se comprometan a proveer un tratamiento de la deuda en términos que sean por lo menos favorables para garantizar un equitativo reparto de la carga en línea con el principio de comparabilidad de tratamiento".
También reafirmó el compromiso con objetivos medioambientales realizado en la Cumbre Climática del 2021, "asumido por los países desarrollados con el objetivo de movilizar conjuntamente US$ 100.000 millones anuales en financiamiento para el medio ambiente hasta el año 2025".
Estos fondos están destinados a "abordar las necesidades de los países en desarrollo, dentro del marco de importantes acciones de mitigación y de transparencia en la implementación y enfatizan la importancia de alcanzar ese objetivo en su totalidad lo antes posible", recordó el Grupo.
En cuanto a las perspectivas económicas y la marcha de la pandemia, observó que "continúa la recuperación de la economía mundial, pero nuevas olas de contagios impactan el ritmo de la recuperación" , por lo que remarcó que "es prioritario realizar acciones colectivas y coordinadas para controlar la pandemia en el mundo".
"Los riesgos mundiales más importantes que serán monitoreados son: las tensiones geopolíticas que están surgiendo; las vulnerabilidades macroeconómicas y financieras; y el cambio climático y costos y beneficios de diferentes transiciones", alertaron los representantes del G20.
Al mismo tiempo, advirtieron sobre el "aumento de las presiones inflacionarias en varios países y presentan un riesgo potencial para la perspectiva económica mundial", entre otras medidas.
Con información de Télam