A una semana del inicio del incendio forestal que tiene lugar en la zona de El Turbio, provincia de Chubut, el foco ígneo ya afectó a más de 3.000 hectáreas. El sitio está bajo fuego desde el 1 de diciembre, luego de la caída de un rayo en Loma de la Chancha, sector que guarda cercanía con la ciudad de Río Turbio, de la provincia de Santa Cruz, y el Parque Nacional Lago Puelo, perteneciente a la provincia de Chubut.
Debido a la abundancia de material vegetal seco y al impacto de condiciones meteorológicas desfavorables, las llamas se propagaron rápidamente en el lugar. Esto, sumado a que el acceso de la zona es limitado y peligroso, tornó sumamente difícil el combate contra el fuego.
Actualmente trabajan en el espacio 60 brigadistas, quienes, para combatir la emergencia en los sitios afectados, deben atravesar terrenos con pendiente, zonas de material quemado antiguo y sectores del bosque donde la caída de árboles viejos y desprendimientos de piedra representan una amenaza constante, así lo informó Rubén Jaramillo, director del Servicio Provincial de Manejo del Fuego (SPMF).
A todos estos desafíos geográficos se les suma el humo, que llega a reducir la visibilidad del personal a menos de 100 metros, impidiendo así la intervención de medios aéreos tanto para el traslado de combatientes como para las acciones de extinción.
El combate del fuego en los próximos días
Durante las primeras horas del día, el humo se estanca, elevando el riesgo de los brigadistas desplegados. Por su parte, al llegar la tarde, aumenta la velocidad del viento, lo que crea reactivaciones de focos y del avance del fuego.
El pronóstico elaborado en conjunto por el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) advierte sobre la probabilidad de tormentas aisladas, esto incrementaría el peligro para el personal, además de aumentar las probabilidades de formación de nuevos focos ígneos por descarga de rayos. Al mismo tiempo, las precipitaciones registradas por el momento no han sido de ayuda para contener los puntos de incendio, esto se debe a que las mismas no fueron homogéneas.
Por su parte, en cuanto a las estrategias implementadas para detener el fuego, estas varían según las condiciones del terreno y del fuego, pero en sentido general, el equipo del SPMF abre líneas cortafuegos con herramientas manuales. Lo que se busca por el momento es retirar todo el material vegetal inflamable hasta exponer suelo mineral, cortando la continuidad del material propenso a propagar las llamas.
Por último, los pobladores del paraje El Turbio se mantienen en contacto constante con los rescatistas, debido a que el impacto del siniestro se extiende hasta la zona de sus viviendas.
