Industria automotriz en crisis: Nissan paralizó su producción en la planta de Córdoba y mecánicos amenazan con un paro

La fábrica Santa Isabel mantiene a 120 de sus 180 operarios suspendidos ante una marcada baja de las ventas y exportaciones de su línea de camionetas Frontier. Desde el SMATA iniciaron asambleas y pusieron en marcha un “quite de colaboración". 

04 de febrero, 2025 | 16.00

En el marco de la crisis que sufre la industria automotriz, el Sindicato de Mecánicos (SMATA) inició medidas de fuerza en la fábrica Santa Isabel en Córdoba de la empresa Nissan, que mantiene a 120 de sus 180 operarios suspendidos ante una marcada baja de las ventas y exportaciones de su línea de camionetas Frontier.

Mientras crecen las versiones de que la compañía japonesa suspenderá su ambicioso proyecto para producir la nueva generación de pickups en la planta cordobesa, lo que pondría en jaque su sustentabilidad, desde el sindicato iniciaron asambleas y pusieron en marcha un “quite de colaboración”.

A su vez, el sindicato de mecánicos denunció que la empresa analiza comenzar a importar su modelo pickup desde México, con lo que dejaría de fabricar para pasar a ser una importadora de modelos fabricados en el exterior. En apenas un año de administración de Javier Milei, el desmantelamiento del sector automotor es absoluto e hizo retroceder innumerables casilleros a la industria más competitiva y con mayor encadenamiento de proveedores del país

En 2023, Nissan producía unas 180 unidades diarias en promedio y el número se redujo a la mitad en 2024, hasta 90 por día. En el comienzo de este año, el derrumbe continuó y llegó hasta unas 65 unidades diarias en promedio. Según el sindicato, la decisión de dejar de producir y cerrar su planta industrial “está tomada hace tiempo”, pero la empresa se vio demorada en la ejecución ante los “esfuerzos del gremio por mantener la línea de producción en el país”.

La firma japonesa comparte su planta cordobesa con Renault, producto de un acuerdo a nivel internacional entre ambas compañías, que finaliza el 31 de diciembre de 2025. Fuentes del gremio señalan que la culminación del acuerdo podría implicar el cierre definitivo de la fábrica. 

Como otras empresas, Nissan comenzó con un abanico de medidas de ajuste: eliminar turnos de producción, suspensión de trabajadores, ofrecer retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas, y renegociar pagos con proveedores. En este preocupante panorama, el gremio que lidera Ricardo Pignanelli se mantiene en alerta y fuentes del gremio dicen que peleará para que no se toquen los puestos de trabajo, que se verían sensiblemente reducidos si en lugar de producir la firma solo importa vehículos terminados e incluso advierten que llegarían a un paro por tiempo indeterminado si se confirman los despidos de los trabajadores. 

Estas son las consecuencias de las medidas económicas del presidente Milei: en el acumulado del 2024, la producción local de vehículos cayó 17,1 por ciento, de acuerdo con el último informe de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA). Las exportaciones fueron un 3,4 por ciento menores a las de un año atrás.

Sin embargo, la comercialización a sus redes de concesionarios se mantuvo casi estable, con un alza de 1,1 por ciento. Esto se explica con el mayor número de unidades importadas vendidas en el mercado local, donde las terminales operan como pasamanos entre importación y venta al público de unidades fabricadas en el exterior.  

Automotrices: una industria en crisis por las medidas impuestas por Milei

Nissan no es un caso aislado. En los últimos meses, varias empresas líderes del sector anunciaron medidas que desnudaron el difícil momento que atraviesan. A continuación un breve recorrido por las más importantes: 

  • General Motors: la semana pasada se conoció la apertura de retiros voluntarios en su planta de Alvear. “La decisión se debe a una significativa reducción en el ritmo de producción, que se estima disminuirá a la mitad durante 2025, lo que podría llevar a un recorte de aproximadamente 300 trabajadores”, según fuentes empresarias.
  • FATE: en septiembre, el fabricante de cubiertas del país suspendió a toda su plantilla (1.700 operarios). Pirelli ya lo había hecho en agosto y Firestone se sumó días después, por lo que en total serán afectados unos 3.700 empleados. La decisión se debe a una significativa reducción en el ritmo de producción, por falta de demanda, que se estima disminuirá a la mitad durante 2025, lo que podría llevar a un recorte de aproximadamente 300 trabajadores.
  • Renault: en abril la empresa informó que no renovaba 270 contratos a trabajadores eventuales en su planta ubicada en barrio Santa Isabel, de la ciudad de Córdoba, debido a la caída del 30% en lo que va del año en la demanda de vehículos nuevos en el mercado nacional.
  • Bridgestone: la semana pasada la secretaría de Trabajo convocó a una nueva audiencia en el marco del conflicto en la empresa. La firma insiste en pedir ampliar el Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC), que abre la posibilidad de despedir a 290 operarios, algo que es resistido por el gremio SUTNA, en su planta ubicada en Lavallol, distrito de Lomas de Zamora.
  • Mercedes Benz: la filial local anunció la semana pasada la venta de su planta en Virrey del Pino, que podría quedar en manos del Grupo GTS, liderado por el banquero Pablo Peralta y asesorado por el ex CEO de Toyota Daniel Herrero, o de la empresa Mirgor, vinculada a Nicolás Caputo. El gremio SMATA negocia con garantías de continuidad laboral de la nómina actual.
  • Toyota: los despidos en la planta de Zárate comenzaron hace algunos días, pero la semana pasada se postergó un nuevo plan de retiros voluntarios, aunque la caída de la demanda y la automatización de algunas etapas de producción anticipan un nuevo achique, según fuentes de la compañía.