Javier Milei escribió en su cuenta de Twitter: "La victoria en la guerra no depende de la cantidad de soldados sino de las fuerzas que vienen del Cielo". Fue el 4 de noviembre pasado, a 15 días del ballotage, que lejos está de ser una guerra.
Steve Bannon fue estratega electoral de Donald Trump y de buena parte de la alt-right (derecha alternativa) mundial, que articula un discurso que en la superficie es antiestablishment (solo en la superficie, ya que es financiado por parte de ese mismo círculo rojo) pero que retoma los cánones fascistas, racistas, sexistas, violentos y, pese a un declamado liberalismo, antiderechos. A tono con la inserción que tienen estos discursos en redes sociales, Bannon tiene un podcast que se llama "War Room": la traducción es Sala de Guerra.
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Jaime Bayly es uno de los operadores mediáticos de la derecha latinoamericana. Oriundo de Perú, radicado en Estados Unidos, reveló en su programa de televisión que conocía que se iba a realizar el atentado con drones contra el presidente venezolano Nicolás Maduro y que les manifestó su apoyo a los atacantes, a quienes llamó "hombres de honor". "Massa es Venezuela, ¿no?", sugirió Bayly en la charla que tuvo con Milei hace unos días. "Massa es Venezuela", coincidió Milei. Bayly apoyó un atentado contra Maduro; Milei no repudió el intento de magnifemicidio contra Cristina Fernández de Kirchner.
Milei elude contestar si cree en la democracia. Bayly no le preguntó eso sino si las elecciones de octubre en Argentina fueron limpias. Milei le dijo que "hubo irregularidades de semenante tamaño que ponen en duda el resultado". Bayly añadió: "Si el que cuenta los votos es La Cámpora y Máximo Kirchner, ¿como podemos aceptar de buena fe un resultado?". Los votos en realidad los cuenta la Justicia electoral. Milei contestó: "No, no lo podés aceptar".
Donald Trump no aceptó el resultado de las elecciones que perdió con Joe Biden el 3 de noviembre de 2020. Un mes después de los comicios Trump publicó video de 46 minutos donde aseguró que hubo "fraude a gran escala" pero no mostró ninguna prueba. En enero de 2021 una multitud de partidarios de Trump irrumpió violentamente en el Capitolio bajo la consigna de que les habían robado la elección. Hubo 5 muertos. El último presidente que reconoció la victoria de Biden fue el brasileño Jair Bolsonaro. Lo hizo recién el 15 de diciembre de 2020, a más de un mes de los comicios.
Bolsonaro hace años que pone en duda el sistema electoral de Brasil. En 2018 aseguró que hubo fraude en la primera vuelta, que tendría que haber ganado en esa instancia. Fueron las elecciones en las que proscribieron a Lula da Silva, maniobra ejecutada por el juez Sergio Moro, luego ministro de Justicia de Bolsonaro. En 2022, cuando iba por la reelección Bolsonaro dijo: "Si tengo menos del 60% de los votos algo anormal pasó en el Tribunal Superior Electoral". Sacó 43% y luego perdió el balotage con Lula, libre luego de que el Poder Judicial brasileño anulara la farsa con la que fue encarcelado. Bolsonaro nunca reconoció el triunfo de Lula, que una vez libre se impuso de nuevo por vía democrática. Apenas asumió Lula una multitud de partidarios de Bolsonaro invadieron las sedes de los tres poderes estatales: el palacio presidencial, el Congreso y la Corte Suprema de Brasil. Fue bajo la consigna de que les habían robado la elección.
Fernando Cerimedo es un argentino que trabajó en la campaña de Bolsonaro. Se especializa en campañas virtuales sucias y en operaciones mediáticas que lanza desde La Derecha Diario. El 11 de diciembre de 2022 publicó un largo video donde denunciaba fraude en el triunfo de Lula sin ningún tipo de pruebas. Fue un impulsor clave para la insurrección violenta de enero. "Soy un héroe para medio país. Me llaman el argentino más amado de Brasil”, le dijo a Chequeado. Cerimedo ahora trabaja con Milei.
Bannon fue citado por el Congreso de Estados Unidos. Un comité investigaba el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 por seguidores de Trump que decían que les habían robado las elecciones presidenciales en las que ganó Biden. Bannon se negó a declarar. En julio de 2022 fue condenado por obstruir la investigación. Tras la sentencia Bannon dijo: "Estoy con Trump y con la constitución. Hemos perdido una batalla pero no perderemos la guerra".
Bayly hizo una editorial en su programa cuando Bannon fue citado a declarar ante el Congreso estadounidense por la toma del Capitolio que terminó con 5 muertos. El operador mediático dijo: "Yo en principio estoy con ellos. Me parece injusto que le pidan a Bannon que explique el asalto al capitolio cuando ya hacía años que no era asesor de Trump. Da la impresión de que quieren meter preso a Bannon solo por haber sido asesor de Trump. Bannon me parece no tiene reponsabilidad ninguna en el asalto al Capitolio". Es cierto que Bannon no tenía cargo formal con Trump, pero la relación seguía: Trump indultó a Bannon pocos días antes de dejar la presidencia por un caso de fraude para una campaña de recaudación de fondos para construir un muro en la frontera con México.
Milei y Bannon coincidieron en la Conferencia de Acción Política Conservadora celebrada en México en noviembre de 2022. Bannon volvió a hablar ahí de que hubo robo de votos en las elecciones en Brasil. Ya lo habia hecho en su Sala de Guerra, donde dijo que era "matemáticamente imposible" que Bolsonaro perdiera.
Los personajes y las metodologías se repiten. No hay exabruptos, es un guión, una estrategia, tácticas calcadas. Los ejes son idénticos: es una guerra, si no ganamos es porque hubo fraude, largos videos en redes sin ninguna prueba, levantamientos violentos, no reconocimiento del ganador. Bolsonaro en Brasil y Trump en Estados Unidos. Esta película ya la ví dos veces. No quiero la tercera.