Tres hombres se encuentran presos desde hace ocho meses. La única prueba por la que lo detuvieron fue porque circulaban en un auto rojo. Afrontan un juicio para el 2020 con una investigación plagada de irregularidades.
Según el expediente judicial dice que el 23 de febrero a la 1 de la mañana Ernesto Alejandro Dorin fue asaltado en Berón de Astrada al 1900 en el barrio porteño de Villa Soldati. Los delincuentes eran cuatro: dos se bajaron por atrás y otro del lado del acompañante. El conductor se quedó al volante. Lo encañonaron, le sacaron la billetera con plata, tarjetas y documentos y la cadenita. Se subieron al Fiat Toro blanco y escaparon con los dos vehículos.
A las 2.40 de esa madrugada, a 2,7 kilómetros de la zona del atraco, tres jóvenes a bordo de un auto rojo, propiedad de uno de ellos, fueron sorpresivamente detenidos y acusados del robo. Los tres amigos estaban en una estación de servicio. Los policías buscaban un auto rojo y los chicos estaban cargando nafta en un Clio rojo. Quedaron detenidos. Desde hace diez meses se encuentran detenidos.
La causa lleva el número 12.687/2019 y fue instruida en el juzgado criminal 55, a cargo de la jueza Alejandra Allaud. Gabriela Granada, abogada de uno de ellos, afirma que es una causa inventada con diversas contradicciones. En el relato el dueño de la camioneta dijo que fue interceptado por cuatro personas a bordo de un auto rojo. Los tres Sayago, Gauna y Barreto se movían esa madrugada en un Renault Clio mas bien color bordó.
A pesar de que la víctima fue encañonada, los jóvenes no tenían armas entre sus posesiones al momento de ser revisados. Tampoco encontraron dentro de sus pertenencias los objetos robados.
Además, Dorin cuenta que uno de los delincuentes se bajó del asiento del acompañante y que otros dos iban viajando en el asiento trasero antes de descender, mientras el conductor se mantuvo al volante. El auto rojo-bordó de Gauna tiene tres puertas, lo que imposibilita que los de atrás se bajen sin que salga el conductor. Por el momento la única coincidencia que se tiene con los delincuentes es el color del auto, eso hace que hoy todavía estén detenidos.
Al no pedir las cámaras, la jueza Allaud y del fiscal de instrucción, las defensa de los acusados exigieron al Gobierno de la Ciudad que entregue imágenes de las cámaras de seguridad callejeras de la noche del robo. Estas demoraron tres meses en ser entregadas.
Según señala el portal Cosecha Roja, una pericia demostró que no había huellas de los tres detenidos en la camioneta robada. La abogada también pidió una rueda de reconocimiento, pero la víctima dijo que no podría reconocer a los asaltantes. Con todas esas pruebas la defensa pidió nuevamente la excarcelación: la jueza rechazó el pedido, dijo que debía ser discutido en un juicio.
Los policías dijeron que la madrugada del robo le mostraron a la víctima en un playón judicial una foto del auto en el que viajaban los chicos y que la víctima lo reconoció como el de los asaltantes. La abogada pidió ver esa foto y descubrió que nunca fue incorporada al expediente. Entonces pidió que se citara a declarar a los policías. La jueza rechazó el pedido y consideró que se eleve a juicio. El que deberán enfrentar en mayo del 2020, además Allud rechazó la excarcelación.
La familia de Gauna está destrozada. Su mujer y su hijo tuvieron que mudarse porque no tienen dinero para sostener el alquiler de la vivienda que compartían con el padre de familia. Gauna tiene un importante trabajo en Metrovías y desde que está en prisión no percibe su sueldo.