Según contó el joven a medios locales, al llegar a la institución educativa, un profesor le dijo que su peinado era "inaceptable", que "debería darle vergüenza" y lo obligó a irse. Asimismo, cuando la mamá fue a buscarlo al establecimiento le dijeron que tampoco consideraban admisible su calzado, unos zapatos negros de velcro que consideraron muy similares a unas zapatillas deportivas.
Eamonn Murphy, director de la institución, sostuvo que la escuela tiene un reglamento que puede consultarse en su página web y que los padres deben interiorizarse sobre esas normas, en las que incluso hay ilustraciones que indican claramente qué tipos de peinado y de calzado no están permitidos.
"Si un día admitís una línea fina en el pelo, al día siguiente los chicos vienen con crestas de mohicano", advirtió el director.
El nene de 11 años ya volvió a la peluquería y ahora luce todo rapado aunque no sabe si quiere volver al colegio. La familia del menor comenzó la búsqueda de un centro educativo alternativo.
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