El copiloto inició el descenso "de forma voluntaria" cuando se hallaba solo en la cabina, informó Brice Robin, el fiscal de Marsella encargado del caso, quien dio una conferencia de prensa para informar el contenido de la caja negra encontrada. Sobre si los pasajeros fueron conscientes de lo que ocurría- el descenso tardó 8 minutos- dijo que "los gritos son justo antes del impacto. En el ultimísimo momento".
"Tenemos la transcripción de los últimos treinta minutos del vuelo, en su integridad. Durante los veinte primeros minutos, los pilotos se comunicaban entre ellos con toda normalidad, cortés. No pasaba nada anormal. En un momento determinado se escucha la voz del comandante del avión preparando el briefing del aterrizaje en Düsseoldorf. En ese momento, las respuestas del copiloto parecen lacónicas. Se escucha entonces al comandante pedir al copiloto que tome el mando del avión", detalló Robin.
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El copiloto era de nacionalidad alemana, tenía 28 años, y no dijo ninguna palabra tras quedarse solo en la cabina. "Su respiración se escuchó hasta el último minuto del impacto", precisó el fiscal, lo que alienta la teoría del suicidio dijo. En ningún momento se escucha una alabanza a un dios, que pueda pensarse en un atentado terrorista.
La familia del copiloto, identificado como Andreas Lubitz, nativo de Montabaur (Alemani), hasta el momento nunca se presentó ante las autoridades, quienes a media mañana allanaban la casa del copiloto.
De acuerdo al audio de la caja negra rescatada el martes, primero los dos pilotos hablaban en alemán "amistosamente" y luego el comandante se retira para ir al baño. Cuando quiere regresar, se encuentra con la puerta trabada. Golpea primero, pero su compañero no responde. Entonces vuelve a golpear más fuerte, sin ninguna respuesta desde el interior de la cabina.
Finalmente, intenta derribar la puerta pero no lo logra, y tras ello el avión se precipita contra una zona de difícil acceso a 1.500 metros de altura. Al final del vuelo, suenan las alarmas que indican la proximidad del suelo. El copiloto nunca realizó una llamada de emergencia a la torre de control.
"Al volver, se encuentra con la puerta cerrada y pide que le abra, algo que no ocurre. En esos momentos, el copiloto manipula voluntariamente un botón para accionar el descenso de la nave, una acción que sólo puede ser de manera voluntaria y para destruir el avión por razones que se desconocen", completó el fiscal.
Una fuente de Lufthansa, que pidió no ser identificada, dijo que el copiloto del avión tenía 630 horas de vuelo de experiencia. Por su parte, el piloto tenía 10 años de experiencia y más de 6.000 horas de vuelo, indicó el martes Germanwings.