Este 11 de septiembre, las calles de Barcelona vieron desfilar a más de un millón de personas que pidieron a viva voz la independencia de la nación catalana y la conformación de un nuevo estado en el corazón de Europa.
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La Diada, como se conoce al día de celebración nacional en Cataluña fue adquiriendo en los últimos años un tono decididamente independentista. El marco político también aumenta el debate por la independencia: el próximo 27 de septiembre se realizarán las elecciones para el parlamento catalán y según las últimas encuestas las fuerzas independentistas podrían lograr la mayoría absoluta.
El contexto general es complejo: España atraviesa una crisis económica desde hace más de 5 años, los partidos políticos tradicionales, el PP y el PSOE, tuvieron una gran merma de votos en las últimas elecciones y nuevas fuerzas como Podemos y Ciudadanos ocuparon en parte ese vacío de representación.
Aún con fecha incierta, en algún momento de diciembre habrá elecciones generales en España y nadie descarta que, por primera vez desde el retorno democrática luego de la larga dictadura franquista, el PP y el PSOE pierdan el control del palacio de La Moncloa.
Sobre este terreno pantanoso se despliega la ola independentista en la aún Comunidad Autonómica de Catalunya. Los últimos sondeos registran que dos formaciones que promueven abiertamente la independencia (Junts Pel Sí y Candidatura dÚnitat Popular) tendrían mayoría absoluta en el parlamento.
Al mismo tiempo que se afianza el independentismo en términos electorales, también existe un corrimiento a la izquierda. Más allá del liderazgo de Artur Mas (un político catalán, discípulo del legendario Jordi Pujol, quien gobernó cataluña por 23 años), en los últimos tiempos han crecido Esquerra Republicana y Candidatura dÚnitat Popular, quienes reivindican no sólo la separación de España sino la instalación de una república con una fuerte impronta social.
¿Cuál la postura de Podemos, la nueva fuerza que irrumpió en el escenario español hace más de un año? Como suelen repetir Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, los máximos referentes, Podemos no está a favor de la independencia, pero sí de que los catalanes puedan decidir mediante el voto si quieren quedarse o no dentro de España.
De hecho, según la misma encuesta que le da mayoría absoluta a las posturas independentistas, la expresión local de Podemos ("Cat Sí que es Pot") aparece peleando con Ciudadanos el segundo lugar, lo que la vuelve una fuerza relevante en la discusión.
El año pasado, con encuestas en la mano que le daban una amplia ventaja en una eventual consulta, el gobierno catalán convocó a un referéndum consultivo sobre la posible independencia. Con fecha para el 9 de noviembre, todo el 2014 estuvo impregnado del debate soberanista en España. El Presidente español Mariano Rajoy se opuso terminantemente.
El 16 de enero del año pasado el Parlamento Catalán aprobó la iniciativa y pidió al Congreso de los Diputados (es decir, el Congreso español, con sede en Madrid) que le permita llevar adelante la consulta. En abril el Congreso rechazó el pedido de plano.
El gobierno catalán impulsó entonces una ley de consultas, dándose a sí mismo el poder de consultar a los catalanes más allá de la opinión del Congreso de España. Finalmente, la consulta quedó suspendida cuando el Tribunal Constitucional dictaminó que una comunidad autónoma, de acuerdo a la Constitución española de 1978, no puede decidir por sí sola separarse del resto del estado.
Más allá de estos vericuetos legales, aparece una dinámica política: tanto el PP y el PSOE como las fuerzas independentistas parecen encontrar rédito en extremar las posturas. La razón parece estar en que para el PP o el PSOE, quienes tienen una escasísima representación en Cataluña y por lo tanto poco que perder, mostrarse como defensores de la unidad española puede aumentar sus votos en el resto del país.
Al tiempo que las fuerzas catalanas independentistas, con muchas diferencias ideológicas entre sí, también encuentran una ganancia en centrar el debate en la posibilidad o no de crear un nuevo estado.
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