En el primer tedeum de Macri, el cardenal Poli reclamó "aliviar el dolor de los más pobres"

25 de mayo, 2016 | 10.08
El presidente Mauricio Macri asistió esta mañana a su primer tedeum como mandatario en la Catedral Metropolitana con motivo del aniversario número 206 de la Revolución de Mayo, en medio de un fuerte despliegue de seguridad y un acampe de cooperativistas a escasos metros.

Tal como hizo en sus ocho años al frente de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el mandatario participó de la ceremonia eclesiástica que encabezaba el arzobispo porteño, Mario Poli.

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En su homilía, Poli pidió que "no nos paralicen las estadísticas" sino que sirvan para "reforzar en aliviar el dolor de los más pobres", y reclamó que "la atención priorice a los niños y abuelos más vulnerables".

Por otra parte, abogó por "crear espacio y mesas" donde se pueda "compartir la sabiduría del diálogo, donde las ideas superen las ideologías. Que nadie se levante hasta encontrar acuerdos duraderos".

La homilía tuvo dos etapas, una en la que el cardenal citó al Evangelio y puso el ejemplo de Cristo y la restante en la que abordó la situación política y social del país. Poli, vicepresidente primero del Episcopado, se sumó así a los continuos llamados de la Iglesia argentina realizados en los últimos tiempos para atender la situación social y en medio de las diferencias surgidas entre el Gobierno y el Papa Francisco.

En otro tramo del mensaje, el arzobispo aseveró que la Patria "no empieza ni termina en nosotros, sino que "la Patria nos trasciende". Recordó en ese marco que "los hombres de mayo se apostaron ante el Cristo de Buenos Aires y tomaron fuerza" por lo que pidió a los que tienen responsabilidades de gobierno que vuelvan a apoyarse en el Evangelio.

Se trató del primer tedeum al que asistió Macri como presidente, aunque ya concurría habitualmente los 25 de Mayo a la Catedral Metropolitana cuando era jefe de Gobierno, aun cuando los jefes de Estado Néstor o Cristina Kirchner mudaran la tradicional ceremonia a otras basílicas del país.

El jefe de Estado arribó al templo poco antes de las 11, escoltado por el Regimiento de Granaderos a Caballo y acompañlado por la vicepresidenta, Gabriela Michetti; el titular de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; entre otros.

Ante un acampe de cooperativistas que reclaman aumentos salariales y más puestos de trabajo al Gobierno de la Ciudad, un fuerte dispositivo de seguridad se había desplegado en las inmediaciones de la Catedral Metropolitana con vallados y presencia de la Guardia de Infantería de la Gendarmería Nacional.

Tras escuchar la homilía del cardenal primado de la Argentina, Macri tenía previsto dirigirse hacia la Residencia Presidencial de Olivos para encabezar un almuerzo a base de locro junto a 400 referentes sociales.

En principio, el locro patrio estaba previsto para hacerse en la Plaza Colón, a espaldas de la Casa Rosada, pero finalmente se cambió la sede a la residencia presidencial.

Entre los invitados habrá dirigentes de organizaciones sociales como Margarita Barrientos, del comedor "Los piletones", quien encabezará el evento a nivel simbólico.

Mientras tanto, en la Plaza de Mayo continúa un campamento de protesta cooperativistas que reclaman mejoras salariales.