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Sin embargo, la situación de la empresa no es la que el Presidente describió: actualmente sólo 800 de los 1900 trabajadores que desarrollaban tareas en la planta ubicada en Esteban Echeverría se encuentran en funciones, tras haber aceptado una reducción salarial cercana al 30 por ciento, renunciado a su antigüedad plus vacacional y premios en la empresa-algunos con más de 30 años allí- y bajo una modalidad de contrato temporal hasta el mes de junio.
"Hoy por hoy están trabajando 800 personas: 400 que arrancaron en abril, otras 400 que se sumaron en mayo, y ahora estamos esperando ver si incorporan más en junio", relató a El Destape Nicolás Sergio, delegado de la comisión interna de la fábrica ubicada en Esteban Echeverría.
Mientras tanto, las 1100 familias despedidas que aún no lograron ser reincorporadas sobreviven con la "ayuda" del Estado hasta que la planta recupere el total de su producción: unos $6.000 que la actual administración nacional les otorga en concepto de "préstamo" hasta que cobren la indemnización correspondiente por parte de la empresa que se declaró en quiebra.
Esta mañana, mientras el Presidente anunciaba el veto a la ley contra los despidos, cientos de trabajadores cesanteados se encontraban reclamando por sus puestos de trabajo en las puertas de la fábrica: "A aquellos que me dijeron que es demagógico, te vas a ahorrar esos bombos de ahora por ejemplo, les digo que yo no vine a hacer lo que me conviene, vine a ayudar a los argentinos", expresó el mandatario en referencia a la manifestación de despedidos que se desarrollaba afuera.
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