El Gobierno no logró contener la inflación como había prometido. Si bien recortó su avance del 40,5% de 2016 al 24,8% de 2017, se ubicó ocho puntos porcentuales por encima de lo proyectado y de la meta del Banco Central.
Las políticas del BCRA no sirvieron para menguar las subas. Tanto en 2016 como en 2017 la autoridad monetaria incumplió con sus objetivos. “Se va desacreditando”, analizó Santiago Fraschina, director del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda. “Confunden la causa del inflación; están convencidos de que es un fenómeno monetario, pero estos datos están demostrando que su visión es desacertada”, explicó a El Destape.
El economista aclaró que los aumentos actuales no están empujados por un sobrante de pesos en circulación, como plantea Federico Sturzenegger, sino una inflación de costos, basada en los tarifazos y el alza de combustibles, lo que resulta doblemente inflacionario: el consumidor paga más caros los servicios públicos, pero a la vez también los bienes, ya que los empresarios trasladan sus subas a precios. De acuerdo al propio informe del INDEC, el mayor ascenso estuvo en un 17,8% de las tarifas.
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Esto se le suma a la inflación cambiaria. “El Gobierno es un devaluador serial. En la economía argentina eso repercute en precios muy delicados como alimentos y medicamentos”, dijo Fraschina. Por todo esto, estimó que la nueva meta del 15% “ya quedó desactualizada; es imposible que se cumpla”. La casa de altos estudios de Avellaneda proyecta una suba entre el 20% y 25% para 2018, en base a los aumentos ya agendados por el Gobierno.
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Coincidió Guillermo Nielsen con que en enero y febrero la inflación también será elevada. “Los tarifazos ya habían elevado los precios por arriba del objetivo del BCRA y la conferencia donde se ajustó la meta empeoró las expectativas de inflación para el resto del año”. El anuncio hizo que la plaza financiera se vuelque directamente al dólar, que ese mismo día se disparó 67 centavos. Aunque el tipo de cambio luego menguó, desde ese momento se consolidó por encima de los $ 19.
Para Nielsen, el alza del 3,1% del INDEC para diciembre refleja un mes complicado, pero no las consecuencias de la flexibilización de la política del Gobierno.
Luego del discurso del gabinete económico del 28 de diciembre, el economista observó el mercado interpretó que “el Gobierno había llegado a un límite en la política antiinflacionaria”. “Cambiemos aumentó el déficit fiscal que dijo iba a reducir y no para de tomar deuda en el exterior. Se metieron en un callejón sin salida”, opinó.
Ante esto, propuso recortar las erogaciones del Estado y frenar el endeudamiento. En cambio, interpretó que la meta de inflación que insiste en aplicar la administración de Mauricio Macri no funcionar en Argentina. La teoría monetarista la condiciona a un bajo déficit fiscal, que no es el caso.