El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, visitó a sus tropas en la región separatista del Donbass, objetivo prioritario de la invasión rusa ubicada en el este del país y donde en los últimos días se concentraron los combates y se agravó la situación.
El mandatario visitó anoche puestos de mando y posiciones en el frente en Lisichansk, ciudad separada por el río Donets de Severodonetsk, donde los ucranianos están repeliendo el avance de los rusos, que estaban a punto de tomar la localidad.
También acudió a Bajmut, unos 50 kilómetros al suroeste, y conversó con algunos soldados, señaló el servicio de la presidencia, citado por la agencia de noticias AFP.
"Quiero agradecerles el gran trabajo, su servicio, el protegernos a todos, a nuestro Estado. Estoy agradecido a todos", les dijo. "¡Cuídense!", añadió.
El presidente también se desplazó a Zaporiyia, en el sur, donde conoció a varios vecinos de Mariupol que consiguieron abandonar la ciudad portuaria destruida por meses de bombardeos rusos.
En Severodonetsk, ciudad clave de esa región a 105 kilómetros de Lugansk la situación "se agravó" en las últimas horas en medio de feroces ataques rusos y las intensas defensas de las tropas ucranianas, admitió el gobernador local, Serguei Gaidai,.
"Los combates son intensos en Severodonetsk. Nuestros defensores lograron contratacar y liberar la mitad de la ciudad, pero la situación se agravó para nosotros", declaró Gaidai, gobernador de la región de Lugansk, en la televisión ucraniana 1+1, sin dar más detalles.
Según Gaidai, los bombardeos sobre Severodonetsk y Lisitchansk, una ciudad vecina estratégica para "mantener la línea de defensa", se intensificaron.
Los rusos "destruyen todo con su táctica habitual de tierra quemada" para que "no quede nada más por defender", acusó el mandatario, citado por la agencia de noticias AFP.
Este centro industrial es la aglomeración más grande aún en manos de los ucranianos en la región de Lugansk, donde los soldados rusos han avanzado paso a paso en las últimas semanas, tras haberse retirado o haber sido expulsados de otras partes del territorio ucraniano, por ejemplo los alrededores de la capital Kiev.
El conflicto se desarrolló también en la capital Kiev, donde las fuerzas rusas lanzaron un ataque con misiles que golpeó las infraestructuras ferroviarias, en un intento de interrumpir el suministro de armas occidentales a las unidades ucranianas en la línea del frente, según describe la inteligencia británica en su informe diario sobre la situación en el país publicado por el ministerio de Defensa en Twitter.
En el frente naval, después de la pérdida del buque insignia Moskva, las tropas rusas probablemente trajeron múltiples sistemas de defensa aérea a la Isla de las Serpientes en el mar Negro occidental, incluidos los sistemas de misiles tierra-aire SA-15 y SA-22.
Es probable, comenta el informe, que estas armas se estén utilizando para proporcionar cobertura aérea a los barcos rusos activos en las cercanías de la Isla de las Serpientes.
Estas operaciones contribuyen al bloqueo de la costa ucraniana y dificultan la reanudación del comercio marítimo, incluidas las exportaciones de cereales ucranianos.
Desde el Kremlin, en tanto, el Gobierno ruso denunció hoy un "acto hostil" de tres países europeos que cerraron su espacio aéreo al avión del jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, a quien le impidieron un viaje previsto a Serbia.
"Este tipo de actos hostiles contra nuestro país pueden provocar algunos problemas (...) pero no pueden impedir que nuestra diplomacia siga haciendo su trabajo", declaró a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
El propio Lavrov calificó de "inconcebible" y "escandalosa" la decisión de los tres países europeos (Bulgaria, Macedonia del Norte y Montenegro).
Lavrov tenía previsto viajar a Belgrado para reunirse con autoridades de Serbia, uno de los pocos países europeos que se mantienen cercanos a Rusia tras el inicio de la invasión militar a Ucrania en febrero.
"Los países alrededor de Serbia cerraron el canal de comunicación al rechazar la autorización de sobrevuelo del avión de Lavrov que se dirigía a Serbia", afirmaron las agencias de prensa rusas citando a la vocera del ministerio, Maria Zajarova.
"La delegación rusa debería haber llegado a Belgrado para discusiones. Pero países miembros de la UE y la OTAN cerraron su espacio aéreo", indicó la vocera.
Lavrov tenía previsto reunirse con el presidente serbio, Aleksandar Vucic; el ministro de Relaciones Exteriores, Nikola Selakovic, y el patriarca serbio Porfirio.
La primera ministra serbia, Ana Brnabic, afirmó que el presidente Vucic se había visto obligado a ocuparse personalmente de cuestiones de logística relacionadas con la visita de Lavrov, programada para hoy y mañana.
Con información de Télam