La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) lanzó formalmente este martes el proceso de adhesión de Suecia y Finlandia, que sigue contando con el rechazo de Turquía aunque no ya su veto definitivo, además de ser uno de los reclamos que Rusia pone entre los principales fundamentos de su invasión a Ucrania. La expansión de la alianza militar hacia el Este fue rechazada permanentemente en los últimos años por el Gobierno ruso, que reclamó que se cumpliera la promesa hecha por la alianza militar atlántica tras la disolución de la Unión Soviética en 1991, en el sentido de que el bloque occidental no se desplazaría "ni una pulgada hacia el Este".
Sin embargo, la invasión rusa a Ucrania sacudió el tablero europeo y cambió la posición histórica de dos países europeos que hasta ahora se habían declarados neutrales en esta confrontación regional. "Es un buen día para Suecia y Finlandia, y un buen día para la OTAN", dijo el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, al inicio de la ceremonia. "Hoy firmaremos formalmente los protocolos de adhesión. Esto marca el inicio del proceso de ratificación", agregó, reportó la agencia de noticias AFP.
De acuerdo con Stoltenberg, "con 32 naciones alrededor de la mesa, seremos aún más fuertes y nuestra gente estará aún más segura, mientras enfrentamos la mayor crisis de seguridad en décadas", una referencia poco velada a la invasión rusa a Ucrania y la guerra que ya lleva más de cuatro meses, miles de muertos y heridos y millones de refugiados y desplazados.
En otra referencia poco velada al conflicto y en especial al deseo de Ucrania de unirse a la alianza militar, el secretario general aseguró que la OTAN "permanece abierta a las democracias europeas que están listas y desean contribuir para nuestra seguridad colectiva". Sin embargo, lo cierto es que la invasión rusa desnudó la falta de acuerdo interno dentro de la alianza militar para sumar a Kiev, cuyo Gobierno sigue pidiendo que se le abran las puertas.
En el mismo acto, el canciller de Finlandia, Pekka Haavisto, agradeció el "apoyo de la alianza a la membresía" de su país y dijo que espera "un rápido proceso de ratificación", en lo que será la mayor ampliación de la OTAN en décadas.
La canciller de Suecia, Ann Linde, por su parte, dijo que "la firma de los protocolos de adhesión son un paso importante hacia nuestra membresía plena. La próxima fase será el proceso de ratificación en cada uno de los países aliados".
El proceso de adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN se estrelló inicialmente contra el veto de Turquía, y aunque el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan accedió a permitir este martes la firma de los protocolos, se reservó al derecho de bloquear la adhesión en el futuro si los dos países europeos no cumplen con la expulsión de ciudadanos turcos que Ankara considera miembros o aliados de la principal guerrilla kurda y otras organizaciones opositoras.
Durante la cumbre que la OTAN hace una semana en Madrid, Turquía presentó una serie de exigencias para permitir la adhesión de suecos y finlandeses, y dejó claro que ello solo ocurrirá si los dos países cumplen los compromisos negociados. Este martes, Ankara reiteró las advertencias del presidente Erdogan sobre un posible veto a Suecia y Finlandia en el proceso e insistió en que los países nórdicos deben cumplir el memorando tripartito suscrito la semana pasada.
"Si no cumplen, no los aceptaremos en la OTAN", dijo el canciller turco Mevlut Cavusoglu, en una entrevista concedida a la cadena NTV durante la que utilizó términos similares a los usados por Erdogan al término de la cumbre de líderes de Madrid.
Los cuestionamientos de Turquía se sustentan en que Suecia concede refugio seguro a personas que el Gobierno de Ankara considera "terroristas", y para eludir el veto, el país escandinavo prometió extraditar a 73 de esos ciudadanos turcos. Turquía pide desde hace varios años en Estocolmo la extradición de activistas kurdos y personas cercanas al movimiento fundado por el predicador Fethullah Gülen, acusado por las autoridades turcas de fomentar el intento de golpe de Estado de julio de 2016.
Con información de Télam