Un senador estadounidense permanecía hospitalizado anoche después de sufrir un derrame cerebral del que se espera que se recupere por completo, pero su ausencia circunstancial amenaza con desbaratar la agenda legislativa del presidente Joe Biden.
Ben Ray Luján, de 49 años, uno de los dos senadores demócratas de Nuevo México, sufrió un derrame cerebral la semana pasada y fue sometido a una cirugía para aliviar la inflamación, informó su oficina, señalando que se esperaba que volviera al trabajo dentro de cuatro a seis semanas "salvo que haya complicaciones".
Con su ausencia, el oficialismo pierde su estrecha ventaja en el Senado, actualmente dividido 50-50 entre demócratas y republicanos, con la vicepresidenta Kamala Harris ejerciendo el voto de desempate.
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A diferencia de los miembros de la Cámara de Representantes, los senadores deben votar en persona, recordó la agencia de noticias AFP.
Los demócratas temen que avanzar en las prioridades de la Casa Blanca, desde el gran plan social y ambiental de Biden hasta el nombramiento de un nuevo juez de la Corte Suprema, pueda resultar complicado.
También son inestables las perspectivas de aprobar una legislación destinada a poner fin a los problemas en la cadena de suministro y contrarrestar la competencia de China.
Una hemorragia cerebral en 2006 dejó al demócrata Tim Johnson fuera del Senado durante unos nueve meses cuando tenía 59 años, mientras que el derrame cerebral del republicano Mark Kirk en 2012 restringió sus labores durante todo un año a sus 52.
El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, calificó ayer a Luján como "uno de los miembros más queridos del Senado" y dijo que estaba "esperanzado y optimista" de que se recuperará pronto.
Mientras tanto, aseguró, "el Senado seguirá avanzando y trabajando en nombre del pueblo estadounidense".
Es probable que Schumer ahora se centre en las nominaciones judiciales o la legislación que se viene tratando con la oposición, cuestiones que a priori contarían con respaldo bipartidista.
En ese sentido, un acuerdo para financiar el gobierno o un paquete de sanciones a Rusia probablemente no se verían afectados.
Si Luján no pudiera volver a trabajar, la gobernadora demócrata de Nuevo México, Michelle Luján Grisham, nombraría a su reemplazo.
La portavoz de la Casa Blanca descartó, por su parte, cualquier estrategia política para avanzar en las reformas de Biden sin tener la mayoría.
"Pasamos la mayor parte de nuestro tiempo discutiendo de buena fe el programa del presidente y no haciendo esos cálculos", declaró a periodistas Jen Psaki.
Con información de Télam