La Oficina de Derechos Humanos de la ONU (OCHA) advirtió por el drástico aumento de ataques de colonos israelíes, con el aval del Ejército, contra agricultores palestinos durante la temporada de cosecha de aceitunas en territorios ocupados, un evento central en la cultura palestina. Solo en octubre hubo 260 agresiones, el número más alto que se registró mensualmente desde que se comenzó a analizar esta problemática hace casi 20 años.
"Dos semanas después de iniciado el periodo de cosecha, hemos presenciado ya ataques graves contra campesinos, mujeres, niños y activistas internacionales", denunció el jefe de OCHA, Ajith Sunghay.
De esta manera, el funcionario presentaba un nuevo informe que da cuenta de que la violencia que sufren los agricultores palestinos por parte de colonos israelíes, que tienen la venia del Ejército de Israel. En el texto se detalló que las agresiones incrementaron "tanto en frecuencia como en intensidad, con la complicidad, e incluso participación directa, de las fuerzas israelíes, que actúan con total impunidad".
Según el informe, solo en los primeros seis meses de 2025, se registraron 757 ataques de colonos que causaron daños a personas o propiedades, un aumento del 13% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
También se advierte el impacto económico de esta situación: en 2023, alrededor de 96.000 dunums de olivos "quedaron sin cosechar debido a las agresiones y restricciones de acceso", lo que generó pérdidas superiores a los diez millones de dólares para la economía palestina. La ONU alertó que esta tendencia continuó en 2024 y se prevé que se mantenga en la actual temporada.
A ello se suma la destrucción de tierras y propiedades, con "olivos incendiados o talados, demoliciones de viviendas y estructuras agrícolas", y la instalación de nuevos puestos de control y portones que "aíslan a los agricultores, provocando la pérdida de cosechas por la imposibilidad de acceder a los cultivos".
La Oficina de Derechos Humanos alertó además que esta violencia forma parte de una ofensiva más amplia de anexión en Cisjordania, y recordó que desde octubre de 2023 más de 1.000 palestinos murieron en ese territorio a causa de la violencia de colonos y fuerzas israelíes, mientras miles fueron desplazados.
“El derecho internacional es claro: la ocupación debe terminar y todas las colonias israelíes en territorios ocupados deben ser desmanteladas”, sostuvo Sunghay, al citar un fallo de la Corte Internacional de Justicia, y llamó a la comunidad internacional a presionar para garantizar el acceso seguro a la tierra y la rendición de cuentas. “Entre 80.000 y 100.000 familias palestinas dependen de esta cosecha”, concluyó.
El testimonio de los agricultores
Dos periodistas del medio español El Salto fueron a registrar cómo es el día a día de los agricultores palestinos durante la recolección de aceitunas. "Tengo un hijo de cinco años, le gusta venir aquí en esta época para ver las aceitunas. Pero ahora, con el gas lacrimógeno, mi hijo podría morir", expresó un agricultor de Beita, al describir el impacto de la represión sobre las familias que intentan acceder a sus tierras.
Según los testimonios, la expansión de asentamientos y la proliferación de puestos de control militar convirtieron los olivares en escenarios permanentes de tensión y enfrentamientos. “Hoy nos comportamos como si ellos fueran los dueños de la tierra y nosotros fuéramos ladrones, siempre listos para empezar a correr”, relató otro campesino, al dar cuenta de las huidas forzadas ante ataques de colonos.
“Tengo un hijo de cinco años, le gusta venir aquí en esta época para ver las aceitunas. Pero ahora, con el gas lacrimógeno, mi hijo podría morir”, expresó un agricultor de Beita, al describir el impacto de la represión sobre las familias que intentan acceder a sus tierras.
Los agricultores señalaron que la recolección dejó de ser un ritual comunitario para convertirse en un gesto de desafío. “Hoy nos comportamos como si ellos fueran los dueños de la tierra y nosotros fuéramos ladrones, siempre listos para empezar a correr”, relató otro campesino, al dar cuenta de las huidas forzadas ante ataques de colonos. Durante la jornada, varias familias debieron escapar hacia las laderas, mientras vehículos eran incendiados y los campos vandalizados.
Otro de los agricultores de al-Nazla al-Sharkyia, un aldea en el este de Cisjordania, tras ser atacado con gas lacrimógeno y obligado a huir, aseguró que continuará intentando volver. "Voy a intentarlo siempre. Intentaré siempre llegar a mi tierra. Todavía estoy aquí", lanzó.
