Nigeria envía aviones y tropas para sofocar el intento de golpe de Estado en Benín

08 de diciembre, 2025 | 10.23

LAGOS, 8 dic - Aviones de combate y tropas de tierra nigerianas se movilizaron el lunes para ayudar a restablecer el orden tras un intento frustrado de golpe de Estado en Benín, con el objetivo de atajar una crisis política en un país que lucha contra los yihadistas y sirve de corredor comercial clave en África Occidental.

En su primera intervención militar extranjera en casi una década, Nigeria está motivada por el temor a que un régimen militar hostil tome el mando en su patio trasero, permitiendo potencialmente que la violencia se extienda a través de sus fronteras, según los analistas.

El presidente Bola Tinubu envió aviones de combate para controlar el espacio aéreo de Benín el domingo, mientras su aliado, el presidente beninés, Patrice Talon, intentaba sofocar un intento de golpe de Estado protagonizado por lo que las autoridades describieron como un pequeño grupo de soldados.

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La oficina de Tinubu declaró que la operación incluía misiones de vigilancia e intervención rápida coordinadas con Benín. Se esperaba que se complementara con el despliegue de tropas de Sierra Leona, Costa de Marfil y Ghana en el marco del bloque de África Occidental CEDEAO.

La última vez que Nigeria intervino en el extranjero fue en 2017, cuando el presidente de Gambia, Yahya Jammeh, se negó a dimitir tras perder unas elecciones. Ha respondido de forma mucho menos agresiva a los recientes golpes de Estado en Mali, Burkina Faso y el vecino Níger.

No obstante, la perspectiva de que un gobierno hostil dirigido por militares tomara el poder en Benín, que limita con territorio nigeriano objetivo de grupos yihadistas, era demasiado para digerir, dijo Mucahid Durmaz, analista principal de África en el grupo de inteligencia de riesgos Verisk Maplecroft.

"Benín y Nigeria comparten una larga y porosa frontera y una gran interdependencia económica", explicó Durmaz. "Para Nigeria, un golpe militar y el posible colapso del orden estatal en Benín podrían desencadenar la inseguridad transfronteriza, el comercio ilícito y el tráfico de armas, lo que podría desestabilizar la región suroccidental, de la que depende en gran medida la economía nigeriana".

El norte de Benín ha sufrido repetidos atentados yihadistas, entre ellos importantes asaltos en enero y abril en los que murieron decenas de soldados. Los golpistas citaron la inseguridad en el norte como justificación para el golpe, pero para Nigeria un cambio de poder en Benín suscitaba el temor de verse "rodeada de vecinos hostiles e impredecibles", añadió Durmaz.

(Escrito por Robbie Corey-Boulet; editado en español por Carlos Serrano)