En el marco del Día Internacional de las Montañas (que se conmemora cada 11 de diciembre por iniciativa de Naciones Unidas) La Rioja vuelve a posicionarse como uno de los destinos clave del montañismo en el noroeste argentino, con una oferta que combina alta montaña, trekking de quebrada y circuitos de contemplación en plena cordillera.
Entre los puntos más destacados para la práctica de actividades de montaña se encuentran el Cerro Viuda Negra, el Cerro General Belgrano en el macizo del Famatina, la Quebrada de la Troya, el Cerro El Toro, la Quebrada del Agua Negra y la zona de El Pucará, que conforman un corredor de gran atractivo para andinistas y amantes del trekking.
Cerro General Belgrano – Famatina, emblema de la alta montaña riojana
Dentro de la Sierra de Famatina, el Cerro General Belgrano se ubica entre las cumbres más altas de la región y es uno de los principales objetivos de la alta montaña riojana. Sus ascensos se realizan generalmente con apoyo de guías habilitados y logística desde localidades como Famatina y Chilecito, donde también se articula con otros productos turísticos como el cable carril La Mejicana y la Ruta del Vino Riojano.
Se trata de un desafío técnico destinado a montañistas con experiencia, que requiere aclimatación, equipamiento adecuado y planificación previa de cada etapa del recorrido.
Cerro Viuda Negra y El Pucará: trekkings de altura en la zona de Famatina
En el entorno del Famatina se multiplican los circuitos de trekking hacia cerros de mediana y alta dificultad, entre ellos el Cerro Viuda Negra y el sector conocido como El Pucará, que combinan desniveles exigentes con fuertes pendientes y vistas panorámicas del cordón montañoso y los valles riojanos.
Son recorridos que suelen realizarse en jornadas completas, con ascensos progresivos y tramos de sendero bien marcados, recomendados para caminantes con buena condición física y acompañamiento profesional, especialmente en época estival, cuando las temperaturas en el valle contrastan con las condiciones propias de la altura.
Quebrada de la Troya y Quebrada del Agua Negra: puertas de entrada a la cordillera
Más hacia el oeste, la Quebrada de la Troya se consolida como uno de los pasos naturales hacia la alta cordillera, en el corredor que conecta zonas como Vinchina y Jagüé, en cercanías de la frontera con Chile. Se trata de un paisaje de fuerte impronta geológica, donde el camino se abre paso entre paredones y formaciones erosionadas, muy valorado por quienes combinan turismo aventura, fotografía y montañismo.
En la misma franja cordillerana, la Quebrada del Agua Negra ofrece otro escenario de trekking de altura, con arroyos de deshielo, cárcavas y pendientes pronunciadas que exigen atención a las condiciones climáticas, especialmente en días de tormenta y vientos intensos.
Cerro El Toro, objetivo de alta exigencia en la cordillera
Para los andinistas más experimentados, el cercano Cerro El Toro, cumbre de alta montaña en el cordón andino, frecuentada por expediciones que operan desde el oeste riojano y provincias vecinas, se presenta como uno de los desafíos más demandantes de la región, tanto por altura como por condiciones climáticas y logísticas.
En este caso, la recomendación oficial es clara: solo intentar su ascenso con empresas habilitadas, guías profesionales y planificación específica de seguridad.
Montañismo responsable y planificación previa
Desde el área de Turismo y los prestadores locales se insiste en que, más allá del nivel elegido, es indispensable:
-
Informarse previamente sobre rutas, clima y horarios recomendados.
-
Contratar guías y empresas registradas.
-
Respetar las áreas protegidas y las indicaciones de guardaparques y autoridades locales.
-
Llevar equipamiento adecuado (abrigo por capas, hidratación, protección solar y botiquín básico).
