Una jueza estadounidense ordenó el jueves que Kilmar Abrego, cuya deportación sin un debido proceso se convirtió en un punto álgido en la represión de la inmigración del presidente Donald Trump, sea liberado de un centro de detención de inmigrantes mientras espera una posible segunda deportación.
La orden de la jueza de distrito Paula Xinis significa que a Abrego se le permitirá, al menos temporalmente, regresar a su hogar en Maryland, a pesar de las repetidas declaraciones de funcionarios del Gobierno federal de que nunca más estaría libre en Estados Unidos.
La decisión de la jueza de liberar a Abrego es un nuevo capítulo de una saga que comenzó en marzo, cuando Abrego fue deportado a una prisión en El Salvador y luego traído de vuelta a Estados Unidos en junio para enfrentar cargos de contrabando de personas.
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Su caso se ha convertido en un símbolo de la agresiva represión de la inmigración del Gobierno de Trump, con funcionarios federales retratando a Abrego como un peligro para la seguridad pública y críticos acusando al Gobierno de pisotear los derechos legales en su intento de deportar a millones de personas que viven ilegalmente en Estados Unidos.
Abrego, de 30 años, ha estado detenido desde agosto, cuando las autoridades de inmigración lo arrestaron poco después de ser liberado de la custodia en su caso criminal.
Xinis determinó que tenía derecho a ser puesto en libertad en parte porque un juez de inmigración no había emitido una orden formal de deportación en 2019, cuando se le prohibió ser enviado a El Salvador debido a un riesgo de persecución de pandillas.
Con información de Reuters
