El comercio riojano encara las fiestas con bajas expectativas de ventas y fuerte preocupación por el impacto del ajuste nacional del gobierno de Javier Milei en el consumo y el empleo. Con una demanda retraída y salarios deteriorados, desde el sector advierten que no se espera un repunte significativo hacia fin de año, pese a los esfuerzos locales para sostener la actividad.
Débora Olivera, prosecretaria del Centro Comercial e Industrial de La Rioja, señaló en diálogo con Radio La Torre que los datos de la CAME confirman la magnitud de la crisis: “Las ventas minoristas cayeron 4,1% interanual y 9,1% mensual en noviembre”. Según describió, el efecto combinado de la inflación, la caída del poder adquisitivo y la recesión “se siente en todos los rubros” y condiciona el cierre de año: “No se avizora un mejor panorama de cara a las fiestas de fin de año. La gente seguirá retrayéndose en el consumo”.
Frente a este escenario, comerciantes de la zona céntrica mantuvieron la semana pasada una reunión para coordinar acciones conjuntas y buscar herramientas que amortigüen el impacto del ajuste nacional. En ese marco, comenzaron gestiones con el Banco Rioja para fortalecer promociones con tarjetas y mejorar las condiciones de financiación, con el objetivo de incentivar el consumo y “sostener las fuentes laborales” en el comercio local.
Olivera detalló que se trabaja para incrementar los montos operativos y ofrecer beneficios extra a los clientes, en un contexto donde muchos locales ya recurren a rebajas muy agresivas para mover mercadería. Otros evalúan no renovar contratos de alquiler por los costos fijos que deben afrontar con ventas en caída.
La dirigente advirtió que la situación es crítica en rubros como indumentaria, calzado, perfumería e incluso confiterías, algunas de las cuales adeudan sueldos y atraviesan serias dificultades para sostener su actividad. Y remarcó que el panorama se repite en todo el país, con un denominador común: el impacto del modelo económico nacional sobre el consumo interno y las economías regionales.
Se desploma el consumo de la carne
Por la situación que atraviesa la economía a través del país, La Rioja alerta sobre los constantes aumentos en los precios de la carne, que afectan directamente el bolsillo de los riojanos. Según los comerciantes, estas subas se vienen registrando de manera sostenida, en el que se genera preocupación tanto en el sector como entre los consumidores de la provincia.
Durante la primera semana de diciembre, se registró un nuevo aumento del 2% al 3% en la carne roja, según informó José Luis Vera, propietario de Carnicería César. El comerciante señaló, en una entrevista dada a un canal local, que estos incrementos “se vienen dando casi todas las semanas”.
Vera indicó que la venta de carne vacuna se mantiene, pero con un notable descenso en el volumen: “Antes pedían un kilo; ahora la gente compra lo que puede pagar con lo que tiene en el bolsillo. Un kilo de bife está en $18.000, pero muchos llevan solo dos o tres bifes”.
La crisis económica, agudizada por las medidas del Gobierno de Milei, golpea de lleno el bolsillo de los riojanos. La inflación, las subas en los servicios y la caída del poder adquisitivo continúan deteriorando la capacidad de las familias para acceder a alimentos básicos.
Por su parte, Fabián Caruso, propietario de Carnes Caruso, señaló en diálogo con Fénix que la carne registró fuertes aumentos en las últimas semanas y advirtió que, si bien las ventas se mantienen, el consumo comenzó a ajustarse.
