Hay quienes dicen que el año pasó rápido. Hay quienes pasan el año contando los días. Si hay algo en que todos podrían estar de acuerdo, es que nadie esperaba que Navidad estuviera tan cerca. Pero lo está. Y llegará en un momento donde la pobreza en la primera mitad de 2020 aumentó al 40,9%, 5.5 p.p con respecto al primer semestre 2019. En números concretos, hay 11.685.575 argentinos por debajo de la línea de la pobreza. Desde la última medición, que contempla julio-diciembre del año pasado, se registró un incremento de 1.743.864 pobres. Por eso, desde el Ministerio de Desarrollo Social se prepara un paquete de asistencia para las fiestas de un calibre mayor al habitual: consiste en la entrega de una canasta navideña a, inicialmente, un millón trescientas mil familias. La medida implica una inversión que podría superar los $500 millones.
La entrega de una canasta de alimentos coyunturalmente típicos en los encuentros por navidad y año nuevo es clásica, pero sí en este contexto toma una dimensión especial: solo por motivos religiosos, culturales o de reencuentro con los seres queridos (limitado esta vez), el tiempo de fiestas es movilizante. Al menos para la mayoría. A ello se le suma que se celebran a fin de año, lo que invitan a realizar un balance personal de 2020, y, aunque las reaperturas paulatinas de las actividades logran descomprimir parcialmente la situación, hay consenso en que este, no es un buen año. Menos en materia de salud, claro. Así es que la canasta navideña busca paliar, mínimamente, un clima social caldeado, deteriorado y sensible. Asegura que, por lo menos, habrá con qué brindar en la mesa.
MÁS INFO
La compra será exactamente por $431 millones para confeccionar 1,3 miilones de cajas compuestas por budines, pan dulce con o sin frutas, garrapiñada, maní, pasas de uva y turrón de maní. Sin embargo, el número de unidades podría ser mayor, puesto que se estima que haya una ampliación de las canastas entre el 20% y el 35%, alcanzando así alrededor de 1,7 millones de cajas en el mejor de los casos. Se otorgará una por familia y se entregarán a mediados de diciembre a través de los 5000 comedores distribuidos por todo el país.
La gestión para adquirir las cajas, la licitación, la lleva adelante el Ministerio a cargo de Daniel Arroyo. El tope de precios en las licitaciones serán los establecidos por el programa Precios Máximos. De ahí se elegirá para abajo. La decisión viene acarreada por un impulso especial del presidente Alberto Fernández, quien pidió especialmente proveer de insumos alimenticios a los sectores más perjudicados para las próximas celebraciones. Además, de acuerdo al último informe del Indec sobre Índice de Precios al Consumidor (IPC), alimentos y bebidas no alcohólicas aumentaron 3% en septiembre y fue el incremento de mayor incidencia en el nivel general y en todas las regiones. A comparación de septiembre 2019, el rubro registró un crecimiento del 40,8% en los valores en todo el país.
Consultado por este medio, Arroyo explicó que la decisión toma mayor significado por el contexto de pandemia, pero no fue tomada en el último tiempo. “Primero aumentamos la cobertura alimentaria desde marzo, reforzamos permanentemente la Tarjeta Alimentar en tres momentos del año y, en este contexto donde hay mayor demanda alimentaria, también acordamos las cajas navideñas. La compra estaba programada, por eso la realizamos con tanta anticipación”, explicó el funcionario.
Al preguntarle por la situación social que está por alcanzar al fin del año, Arroyo señaló que es “crítica y estable”. “Efectivamente hay gente angustiada, que ha perdido ingresos y que atraviesa dificultades. Más personas cayeron en la pobreza por problemas de trabajo, pero, en paralelo, hay una fuerte presencia del Estado.” Según datos de la cartera, los ciudadanos asistidos por la cobertura alimentaria pasaron de ocho millones a once millones. De igual modo, en todo 2019 se destinaron $28 mil millones para la asistencia alimentaria mientras que, hasta septiembre de 2020, se dedicaron $85 mil millones. “También buscamos poner en marcha la generación de trabajo con el objetivo de generar 300 mil puestos”, agregó Arroyo. En los sectores más perjudicados el Ministro reconoció que hay “un clima de mucho esfuerzo y trabajo, donde se está poniendo el cuerpo”
La misma iniciativa se proyecta a nivel provincial. En Buenos Aires, el objetivo es la distribución de cajas navideñas a 500 mil familias en situación de vulnerabilidad. La compra de alimentos no concluyó ya que la licitación aún no está terminada, aseguraron desde el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad, encabezado por Andrés "Cuervo" Larroque. Sí se sabe que el presupuesto máximo para licitar es $300 millones. Los proveedores se presentan con su precio y se elige el mejor. La canasta incluirá un pan dulce, dos budines, tres turrones, una lata de durazno/coctel, una garrapiñada y un paquete de almendras confitadas. ¿A quiénes estarán destinadas estas cajas? Desde el Ministerio respondieron: “Nosotros la asistencia la llevamos adelante a través de los municipios e instituciones comunitarias. Que después hacen una rendición. Las condiciones tienen que ver con criterios básicos de vulnerabilidad. El Conurbano en general siempre requiere más asistencia y los conglomerados urbanos del interior. No queremos ser estigmatizantes con ningún municipio.”
Canasta navideña cuidada
Apenas entrada la nueva gestión, la Secretaría de Comercio Interior dio a conocer que se contemplaría la creación, en conjunto con los supermercados, de una canasta navideña con precios cuidados para una gama de productos. La iniciativa rondaba por la Rosada al tiempo que se craneaba el plan Argentina contra el Hambre. Sin embargo, actualmente no hay una definición concreta sobre la iniciativa.
Entre los comerciantes entrevistados por El Destape, hay consenso de que congeniar con los proveedores y el gobierno la confección de una canasta navideña es prematuro. Víctor Palpacelli, presidente de la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA), contó que recién comenzaron a cerrarse solo algunas operaciones entre privados. “Se estima que, a nivel interanual, haya un incremento de entre el 40% y el 50% en los precios de los alimentos que van en la caja navideña”, explicó el empresario. A esos incrementos se agrega que las ventas “estarán un 10% o 15% por debajo del año pasado”, pero, aseguró Palpacelli, habrá promociones que deberían ser acompañadas por la asistencia social estatal “duplicada o triplicada”. Sobre la determinación de los precios frente a la brecha cambiaria, el Presidente de FASA dijo: “El dólar oficial no se ha movido, así que no tiene que aplicarse a precios, pero una corrida cambiaria genera mucha incertidumbre”
Por otro lado, Cristian, un comerciante que vende confituras con chocolate y frutas desecadas como productos de fiestas, contó que la temporada de mayor volumen de ventas comenzó recientemente -cuando suele ser en septiembre- y ya con una baja del 30% a comparación de 2019. Además, al igual que Palpacelli, dijo que los aumentos en su sector son del 40%.
Por último, Fernando Savore, presidente de Federación de almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA), dijo: "Todavía no hablamos con el gobierno pero la idea es presentar una canasta de seis o diez alimentos” Por el momento, solo tiene escasas referencias como el pan dulce, que este mes cuesta $99 aproximadamente, y budines que están entre $100 y $139.