El gobierno de los Estados Unidos presentó su proyecto de presupuesto para el próximo año fiscal 2023, que comenzará en octubre próximo, y que incluirá, además de un mayor gasto en defensa, una mayor carga impositiva para las corporaciones y personas de grandes ingresos.
El presupuesto, con un gasto pautado de US$ 5,8 billones será enviado hoy al Congreso por la administración del presidente Joe Biden y sirve como un mensaje sobre cómo el Gobierno pretende que sea la orientación del mismo ya que, generalmente, el Congreso estadounidense deja de lado los proyectos presidenciales y sigue adelante con sus propias iniciativas, especialmente cuando la mayoría demócrata es muy estrecha como es el caso en el Senado.
El incremento en los impuestos, de acuerdo con el proyecto, sería el más grande de la historia en dólares, lo cual, junto con la finalización de los programas de asistencia de la pandemia de Coronavirus, permitirá reducir el déficit fiscal estadounidense, hoy ubicado en máximos, de acuerdo con la agencia Bloomberg.
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Además, el presupuesto incluirá US$ 813.000 millones de gasto de defensa, con la mayoría de dichos fondos (US$ 773.000 millones) dirigidos al Pentágono, en una medida que la Casa Blanca considera como una de las más grandes inversiones en seguridad de la historia.
En tanto, el Departamento de Estado recibirá un presupuesto 18% mayor al actual, incrementando los montos destinados al Banco Mundial, además de la asistencia a Ucrania.
Por su parte, se propuso destinar US$ 200 millones para la sustitución de importaciones en la industria solar, US$ 11.000 millones a gastos vinculados con la seguridad climática internacional, US$ 33.200 millones para la policía y un aumento de 24% hacia la ciberseguridad federal.
El total de las erogaciones implicarán un incremento de 5,7% respecto al presupuesto para el año fiscal en curso, firmado por Biden a principios de este mes.
Vamos a reducir los déficits de (el ex presidente Donald) Trump y volver al orden en el ámbito fiscal, manifestó Biden ayer en la Casa Blanca al presentar el proyecto, el cual, para el mandatario, incluye una inversión prudente y permitirá el crecimiento económico junto a una economía equitativa asegurando que las corporaciones y los más pudientes paguen lo que les corresponde.
En ese sentido, Biden buscará un equilibrio entre los votos clave de los senadores demócratas moderados que manifestaron su preocupación por el nivel de gasto y la inflación como Joe Manchin de Virginia Occidental, y el sector más progresista.
El presupuesto prevé un crecimiento de 3,8% para este año y una inflación de 4,7% (2,3% para 2023), aunque dichas previsiones fueron realizadas en noviembre, previo al impacto de la invasión rusa en Ucrania.
En tanto, los aumentos de impuestos hacia los hogares de mayores ingresos y las corporaciones permitirían reunir más de US$ 2,5 billones durante la próxima década.
También se añadirá un impuesto con un mínimo de 20% a las ganancias presuntas, es decir a partir del valor de los activos, a los hogares con ingresos superiores a los US$ 100 millones.
Del mismo modo, se incluye un incremento de 21% a 28% en la tasa hacia las sociedades, revirtiendo parcialmente la reducción de Trump en 2017, una iniciativa ya rechazada en el último año en el Congreso.
Un bombero y una maestra pagan más que el doble de porcentaje de impuesto que un billonario, y eso no es justo, remarcó Biden.
Con información de Télam